Mathías, con apenas siete años, padecía leucemia. Los médicos le habían dado el peor de los diagnósticos, pero, gracias a un tratamiento experimental acaba de superar la enfermedad. Los bailes con su canción favorita son que claro ejemplo de cómo la investigación puede salvar vidas.
El pequeño Mathías fue diagnosticado a los 10 meses con un tipo de leucemia lactante. El doctor Antonio Pérez, director de la Unidad CRIS en el Hospital de La Paz, explica que “ha recibido multitud de ciclos de tratamiento quimioterápico, incluido un trasplante, un CAR-T, pero a pesar de eso la enfermedad volvió a recurrir”.
Entonces recurrieron a una terapia experimental, financiada por la fundación CRIS contra el cáncer. “No sabíamos como iba a responder este CAR-T, y la sorpresa fue que en 28 días desapareció completamente la enfermedad”, explica el doctor.
De cuidados paliativos, Mathías pasó a tener un futuro lleno de esperanza. “Teníamos que estar preparados para todo, para que funcionara o para que no y, de repente la enfermedad desaparece”, dice su madre, “pero la vida continúa y ahora viene un trasplante de médula”.
Ahora, el pequeño baila al escuchar su canción favorita, algo impensable hace unos meses, "no quería ni salir de la cama". En una semana se realizará el trasplante de médula y, esperan que Mathías recupere su ansiada libertad.