Toca hacerse una pregunta complicada para una situación complicada, ¿Qué es lo que lleva a chavales de 16 años a lanzarse al agua a 15 grados sin saber nadar la mayoría de ellos? Para ellos merece la pena jugarse la vida para llegar a España. Este fin de semana se han registrado vientos que superan los 100 kilómetros por hora en el Estrecho de Gibraltar debido a la borrasca Karlotta, pero aún así un centenar de migrantes han intentado cruzar la frontera.
Unos 50 migrantes se están lanzando al agua diariamente desde Marruecos para pasar a Ceuta desde el espigón de Benzú. La mitad de ellos son menores y todos de nacionalidad marroquí. Entre los adultos se encuentran marroquís y subsaharianos, según informa la Guardia Civil. Lo hacen creyendo que habrá menos vigilancia por el fuerte oleaje de los últimos días. En el norte de Marruecos se enfrentan a una profunda crisis debida en parte al cese del comercio intrafronterizo con España
Aprovechan que el espigón se encuentra en lamentables condiciones, ya que sus piedras se deprenden poco a poco. Incluso para los agentes supone un riesgo controlar este punto limítrofe con Marruecos. Hace ocho años se anunció un proyecto de reforma que nunca se llegó a ejecutar, y hoy en día todo sigue igual o peor. La única solución posible es prolongar el espigón mar adentro. Tampoco ayuda la pasividad de Marruecos que no está ejerciendo ningún tipo de control en la zona. Los inmigrantes se siguen lanzando al mar en busca de un futuro que idealizan que será mejor.
La Guardia Civil ha intensificado su presencia en la zona movilizando las lanchas del SEMAR y los GEAS. También lo han hecho Cruz Roja y Salvamento Marítimo con su embarcación Atria. Muchas veces no solo están en riesgo la vida de aquellos que intentan cruzar, sino de los propios agentes desplegados en la zona. Un agente comenta que la desesperación de estas personas debe ser mayor que el temor a perder la vida ahogadas.
Actualmente hay unos 230 menores, la mayoría marroquíes, alojados en la ciudad autónoma. Alberto Gaitán, el consejero de la Presidencia del Gobierno ceutí, asegura que hay que agilizar los mecanismos para el reparto de menores que entran en la ciudad. Añade que es necesario un plan de contingencia y derivación porque Ceuta cuenta con unos recursos limitados que se desbordan fácilmente, por lo que no pueden afrontar entradas masivas.