Un nuevo cautiverio en el estado de Connecticut ha conmocionado a Estados Unidos. Un hombre ha estado encerrado durante 20 años en una habitación por su madrastra. El hombre, que vivía en condiciones inhumanas, ha logrado escapar provocando él mismo un incendio. Lo que al principio parecía un "accidente" ha destapado este caso de abuso familiar.
Los hechos se destaparon con el incendio de la noche del 17 de febrero, que fue su llamada de socorro. El hombre de 32 años quemó papel de impresora rociado con gel desinfectante para poder escapar. Llevaba encerrado veinte por su madrastra en una habitación, pesaba 30 kilos cuando recuperó su libertad, solo recibía dos vasos de agua al día y llevaba años sin ducharse.
Su madrastra Kimberly Sullivan, de 56 años, le secuestró hace 20 años y ha sido detenida y posteriormente puesta en libertad bajo fianza de 300.000 dólares tras declararse inocente de secuestro y agresión grave y culpar del encierro a su marido y padre biológico de la víctima, confinado en una silla de ruedas hasta su muerte en 2024.
Se trata de un caso que recuerda a otros cautiverios, como el del «monstruo de Amstetten», que encerró y violó a su hija Elisabeth en un sótano durante 24 años, con quien tuvo siete hijos. En mayo del año pasado se aprobó su traslado del psiquiátrico a una cárcel normal y podría salir de prisión este año a pesar de la cadena perpetua.
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