El terremoto de Birmania ha costado ya la vida a más de 1.700 personas, pero hay muchas más atrapadas bajo los escombros. Dos días y medio después del seísmo de 7.7, Birmania busca desesperadamente supervivientes, pero faltan muchos medios y llegar no es fácil, tal y como informan en el vídeo Marcos Méndez y Aurelio Megía.
Después de un gran terremoto nunca llega la calma. El domingo por la mañana un nuevo temblor de 5.5 grados de magnitud ha sacudido la ya maltrecha ciudad de Mandalay en el centro de Birmania. Ocurre solo dos días después del gran seísmo de 7.7 grados de magnitud que por el momento ya ha dejado más de 1.700 muertos, cerca de 3.500 heridos y cientos de desaparecidos, un balance de víctimas que, a pesar de su dimensión, se queda muy pequeño frente a los 10.000 muertos que estima el modelo predictivo del Servicio Geológico de Estados Unidos
Birmania no es un país que esté preparado para afrontar este tipo de desastres naturales. Los equipos de emergencia y la maquinaria pesada escasean y la mayoría de los rescates los han llevado a cabo grupos de civiles con picos, palas y con sus propias manos.
A pesar de ello, de entre las entrañas de los escombros, todavía son capaces de sacar a algunos supervivientes. Algunos equipos de rescate llegados desde Singapur, China, India y Tailandia ya están trabajando sobre el terreno.
Gracias a ello han logrado rescatar a un hombre que había permanecido bajo los escombros durante unas 40 horas. “Se han necesitado 15 miembros del equipo de rescate de Singapur y nuestro propio equipo para llevar a cabo esta operación”, aseguran desde el Departamento de Bomberos de Myanmar.
La destrucción que ha causado el terremoto en muchas zonas de Birmania es enorme. Muchas vías de comunicación han quedado intransitables. Hay localidades completamente aisladas. No hay electricidad y los alimentos escasean.
Naciones Unidas calcula que el terremoto ha afectado a cerca de 20 millones de personas.
La situación es muy diferente en la vecina Tailandia que también resultó sacudida por el terremoto. A pesar de las espectaculares imágenes de rascacielos tambaleándose, Bangkok recupera poco a poco la normalidad y la mayoría de los esfuerzos se centran en rescatar con vida a las víctimas que aún permanecen atrapadas bajo los escombros de un edificio de en construcción de 30 pisos de altura que se vino abajo el viernes durante el seísmo y ha matado hasta el momento a 18 personas.
"En este momento, nuestro equipo está tratando de encontrar a cualquier persona que aún pueda estar viva. Dentro de las primeras 72 horas tenemos que tratar de salvar a los que aún están vivos antes de que llegue el equipo pesado, las retroexcavadoras. Nosotros y los perros ayudaremos a tratar de encontrar supervivientes primero", asegura el comandante de la Unidad de Patrulla y Protección, División K-9 de la Policía, Teerasak Thongmo.
Los servicios de emergencia tailandeses consiguieron recatar a 32 personas. y todavía buscan a otras 83 que permanecen desaparecidas.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.