Un mes del terremoto Trump: 30 días de mandato que han hecho temblar los cimientos del orden mundial

Donald Trump cumple un mes como presidente de Estados Unidos. Para conmemorarlo, la Casa Blanca ha publicado una imagen que emula las famosas portadas de la revista Time en la que el magnate aparece coronado, con gesto de satisfacción, en la ciudad de Nueva York, donde acaba de anular el peaje en Manhattan. "Larga vida al rey”, reza el titular. De esta manera, Trump celebra 30 días de mandato que le han sobrado para poner el mundo patas arriba.

Viendo el discurso inaugural que proclamó Donald Trump hace un mes, parece que era de esperar la revolución que iba a generar. Según explica el subdirector de Noticias Cuatro, José Luis Fuentecilla, el presidente está cumpliendo al pie de la letra todo lo que dijo. Aún así, estamos asistiendo a un auténtico terremoto en la política, tanto nacional como internacional, una reorganización del orden global que no se ha visto desde la segunda guerra mundial o la caída del muro de Berlín. 

Podemos resumir estos cambios históricos en tres puntos. Por un lado, Trump está reventando el orden político internacional que impuso Estados Unidos después de la segunda guerra mundial. Trata como amigos a los antiguos enemigos, como a Vladimir Putin, y trata como rivales a sus aliados europeos de toda la vida.

Además, Trump quiere cargarse el orden económico mundial, la globalización, levantando aranceles y fronteras fuertes.

Por último, el presidente, con la inestimable ayuda de su amigo Elon Musk, está purgando la administración para llenarla de afines y acumular un poder presidencial como nunca en la historia se había visto.

Este terremoto se resume perfectamente en la imagen, que él mismo ha hecho pública para conmemorar su primer mes de mandato, en la que aparece coronado como rey y con un tuit que hizo público, supuestamente de origen napoleónico, que dice: “Quien salva a su país no viola le ley”.

Todo esto se debe a que Donald Trump cumple lo que dice, pero mucho de lo que dice es mentira. Trump cree que la hegemonía de EE. UU. está en declive frente a China. Considera que el resto del mundo se ha aprovechado del orden internacional, de la llamada pax americana, y esto ha perjudicado a su país y también cree que este declive tiene su origen en una casta abrazada a la ideología progre, verde y woke con la que hay que acabar. Vuelve el hombre, vuelve la ley del más fuerte, vuelve el imperio contraataca.

Para entender mejor el vuelco que ha dado Donald Trump es interesante ver el contraste abismal entre lo que decía Kennedy en su discurso inaugural de 1963, en el que afirmaba “que sepan toda nación, ya nos deseé bien o mal, que pagaremos cualquier precio, soportaremos cualquier carga, afrontaremos cualquier dificultad, apoyaremos a cualquier amigo y nos opondremos a cualquier enemigo para asegurar la supervivencia y el éxito de la libertad”.

Un discurso muy alejado del que hizo Donald Trump en el comienzo de su segundo mandato. “A partir de hoy, nuestro país volverá a florecer y será respetado en todo el mundo. Seremos la envidia de todas las naciones y no permitiremos que se aprovechen de nosotros nunca más. durante todos y cada uno de los días de la administración Trump, pondré a Estados Unidos en primer lugar”.

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