Una de las obsesiones de Donald Trump, quien ha sido investido como presidente de EE.UU, es acabar con todo lo relacionado con la ‘dictadura woke’ y romper el legado de Joe Biden. Esto se traduce en malos tiempos para las políticas sociales, de género o la lucha del colectivo LGTBIQ+. Según informa Sara Canals y Sergio García García, estos ataques ya se vieron durante la campaña del magnate para alcanzar la Casa Blanca.
‘Woke’ es una palabra de tan solo cuatro letras que ha provocado una auténtica batalla cultural y política. “Nace muy ligado al movimiento de derechos civiles, que es parcialmente importante en Estados Unidos”, explica Francisco José Girao, director de defensa en 'Atrevía'. Trump acusa a los demócratas de promover un agenda demasiado 'woke', es decir, muy progresista y muy correcta.
El término 'woke' significa estar alerta de las injusticias y las desigualdades. “Pero enseguida torna a ser utilizado por los que se sitúan en frente de este concepto”, sostiene Girao. Y es que ahora, esta palabra es utilizada por la derecha más liberal para atacar al adversario. Trump sostiene que vulnera la libertad de expresión y en sus primeros discursos ya afirmaba que su objetivo es luchar contra esta ideología.
Donald Trump ya lo ha convertido en uno de sus principales caballos de batalla. “A partir de ahora, solo habrá hombres y mujeres”, dijo en una intervención. “Trump en su primer mandato eliminó la presencia de personas transgéneros, Joe Biden eliminó esa prohibición en 2021 y ahora lo ha vuelto a instaurar”, afirma el director de defensa. Tras revocar algunas de las órdenes ejecutivas de Biden, que protegían la diversidad y la equidad, se espera que esto vaya a más.
El magnate tendrá mano dura contra este activismo progresista que barrerá a golpe de decreto. Trump prohibirá la hormonación de menores transexuales y lo hará, asegura, desde el primer día. Entre los decretos que ya ha firmado se encuentra la “protección de las mujeres frente a la ideología transgénero”.
En la campaña electoral, sus anuncios ya denunciaban abiertamente la inmigración. Se mofaba de la lucha del colectivo LGTBIQ+ y destacaba que había que alejar a estas personas de los colegios. Así, el presidente estadounidense pretende mantener alejadas a las personas transexuales de las competiciones deportivas.
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