Gisèle Pélicot, visiblemente agotada en la recta final del juicio: “Me sentí condenada a muerte”
Gisèle afirma que no renunciará a su apellido porque no quiere que sus nietos se avergüencen de él
Gisèle ha subrayado en el juicio que ha perdido 10 años de su vida que no recuperará
El duro testimonio del hijo mayor de Gisèle Pélicot en el juicio por las violaciones: "No podemos perdonar"
Gisèle Pélicot ha usado sus últimas palabras para denunciar que vivimos en una sociedad machista y patriarcal que banaliza la violación. Ella, quien confesó que ahora es una mujer totalmente destruida, no ha renunciado al apellido porque dice que tiene nietos y no quiere que se avergüencen del apellido. La víctima espera que en unos años, cuando oigan Pélicot, se acuerden de ella y no de su marido Dominique, según informa Laia Fores.
Hoy ha sido uno de los días más importantes en el juicio por el caso de Gisèle Pélicot. Tras terminar de declarar los 50 acusados de violación, la víctima ha vuelto a tomar la palabra para describir el infierno que vivió durante una década. Gisèle se ha convertido en un icono feminista en Francia.
MÁS
Gisèle Pélicot ha asegurado que ha perdido 10 años de su vida
Gisèle Pélicot ha llegado visiblemente agotada en la recta final del juicio en el que su marido está acusado de haber propiciado que 50 hombres la violasen mientras estaba drogada. Dentro de la sala, ella ha respondido por última vez a la defensa y ha asegurado que su cicatriz no se cerrará.
La víctima ha subrayado que ha perdido 10 años de su vida que no recuperará. Gisèle, de 72 años, ha ido acompañado de sus hijos para apoyarla. “Se da cuenta de que ya no tiene a nadie a su alrededor. Él hizo lo que hizo y es lo que es, de eso no hay duda. En este momento, está muy solo y siempre lo estará”, ha destacado Beatrice Navarro, abogada de Gisèle.
“Siento rabia hacia estos hombres porque en ningún momento pararon", reconoce la víctima
“Siento rabia hacia estos hombres porque en ningún momento pararon, en ningún momento denunciaron. Vinieron a satisfacer sus pulsiones sexuales. Podían parar en todo momento y ni uno solo denunció. Eso llama la atención”, ha recalcado. Gisèle Pelicot ha recordado que decidió que las audiencias fuesen públicas para que “la vergüenza cambiara de bando” y hoy ha insisto en que espera que “la sociedad, machista, abra los ojos y cambie su mirada sobre la violación”.
Ella renunció a tener un juicio a puerta cerrada para que la sociedad machista cambiara la forma de ver la violación en este juicio que ella ha calificado como el de la cobardía. Mañana, el fiscal y los abogados darán los alegatos finales en un caso que se ha transformado en un icono de la lucha feminista.
Síguenos en nuestro canal de WhatsApp y conoce toda la actualidad al momento.