Masacre en un campamento de refugiados en Gaza: mueren quemados dentro de las tiendas de campaña
Las bombas han impactado en el patio del hospital Al Aqsa donde viven decenas de familias refugiadas
Benjamín Netanyahu ha resaltado que los cascos azules tienen que marcharse del sur del Líbano
Benjamin Netanyahu urge a la ONU a retirar inmediatamente a sus cascos azules en el sur del Líbano
Un nuevo ataque de Israel sobre un campamento de refugiados en Gaza -donde no existe un lugar seguro- ha dejado al menos 26 muertos. Según informa Laura de Chiclana y Cristina Herráez, los civiles han sido quemados dentro de sus tiendas de campaña. Israel ha confirmado que el objetivo era atacar centros de mandos de Hamás pero, dada la gravedad de las imágenes, el Ejército ha subrayado que investigará lo ocurrido.
Las bombas israelíes han impactado en el patio del hospital Al Aqsa, en un campo de refugiados en Gaza (Deir Al Balah). Aquí viven decenas de familias refugiadas en el centro de Gaza. Las tiendas de campañas de los gazatíes desplazados han acabado ardiendo con ellos dentro. El ataque israelí sobre un campo de refugiados ha dejado unas duras imágenes, como la de un hombre rodeado por las llamas que no lograba escapar. El horror de las víctimas se une al miedo de los nuevos ataques y más explosiones.
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Se produce un ataque desde el Líbano 24 horas después del ataque a la ONU
El bombardeo provocó un incendio en las tiendas instaladas dentro del hospital. Hay al menos cuatro muertos y decenas de heridos, entre ellos, varios niños. Con cubos y con mangueras, los gazatíes han intentado apagar un incendio que ha dejado escenarios de hierros y cenizas. Mientras, Israel ha confirmado la muerte de cuatro soldados en un ataque lanzado por Hezbolá contra una base militar.
Un ataque desde Líbano también se ha producido 24 horas después de que tanques israelíes hayan entrado en una base de la ONU. Se trata de un paso más en el frente que mantiene el primer ministro de Israel, Benjamín Netanyahu, contra Naciones Unidas en las que 15 cascos azules han resultado heridos. Según informa Marcos Méndez, Netanyahu ha resaltado que los cascos azules tienen que marcharse del sur del Líbano. Tal y como ha dicho, Hezbolá los usa como escudos humanos. Una petición que no va a cumplirse. La misión de la ONU tiene 10.000 soldados -de los cuales 600 son españoles- tiene el apoyo unánime de Naciones Unidas.
Netanyahu quiere que los cascos azules se vayan del sur de Gaza
Un militar israelí ha mostrado a las cámaras un túnel situado en el sur de Líbano que pertenece a la milicia chií, Hezbolá. A 200 metros de ahí, hay un puesto de la ONU. Israel ha subrayado que las fuerzas de mantenimiento de paz, la Finul, tienen que irse de la zona. Netanyahu lo ha solicitado después de que la ONU denunciase que los tanques israelíes entraron por la fuerza en una de sus bases en el sur del Líbano. Es un episodio que se ha sumado a otros ataques en los últimos días, en el que cinco cascos azules han resultado heridos. Han denunciado la violación del Derecho Internacional por parte de Israel. “Es completamente inaceptable que se ataque a las tropas de la ONU”, ha declarado el jefe de la diplomacia europea, Josep Borrell.
Borrell ha recordado que es el Consejo de Seguridad quien decide si las fuerzas de paz se quedan o no. Es decir, no lo hace el secretario general de la ONU, a quien apela el Gobierno de Israel y a quien han declarado como persona non grata. A estas tensiones se le suma el papel de la ONU para los refugiados palestinos, la UNRWA. Israel ha acusado de terrorismo a algunos de sus miembros mientras quiere prohibir el trabajo de la agencia humanitaria en la Franja de Gaza. Esto sería, según la ONU, catastrófico para la devastada población palestina.
Pedro Sánchez advierte que seguirán condenando la declaración de Netanyahu
Naciones Unidas lleva trabajando en la zona 47 años. Ahora, hay desplegados más de 10.000 cascos azules de 50 países. Indonesia es el que más militares aporta y España es el séptimo con 670 efectivos. La mayoría de ellos está en Marjayoun, con 621 personas. Desde que la misión se puso en marcha, han muerto 334 militares, de los cuales, 16 eran españoles. El Gobierno español ha calificado de inaceptables los ataques y ha advertido de que los cascos azules no van a retirarse.
“Vamos a seguir condenando de forma rotunda la declaración que ayer hizo el primer ministro israelí, Benjamín Netanyahu. No va a haber retirada porque nuestro compromiso, con la legalidad internacional en los términos establecidos, tienen más sentido que nunca después de ver lo que está sucediendo sobre el terreno”, ha concluido el presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sobre esta tragedia que está sumergiendo la vida de los palestinos en una auténtica pesadilla.
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