Israel continúa los bombardeos en el sur del Líbano. Según informan Marcos Méndez, Cristian Herráez y Ana Loreno, han lanzado más de 1.600 ataques que han matado ya a más de 500 personas y muchos desaparecidos bajo los escombros. La población ha recibido avisos en sus teléfonos móviles y en la radio de los lugares que iban a ser objetivos de esos misiles y el éxodo ha sido masivo.
El ruido de las olas se solapa con el rugir de los motores en la autopista que une Sidón, en el sur del Líbano, con Beirut. Una vía de seis carriles, ahora todos de salida, que ha quedado totalmente colapsada.
Miles de vehículos tratan de escapar ocupados por familias que han dejado sus casas prácticamente con lo puesto, con ropa, comida para los niños y poco más. Huyen después de escuchar en sus móviles o en la radio, el mensaje de advertencia de Israel y los bombardeos de fondo.
Los más afortunados disponen de un billete para abandonar el país, aunque ya hay decenas de vuelos cancelados.
Un éxodo de destino y regreso incierto. Se dirigen al norte, a casas de familiares, de amigos o a escuelas que se han reconvertido en refugios.
Según ha anunciado el Alto Comisionado de Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR), decenas de miles de personas se han visto desplazadas a causa de la oleada de bombardeos del Ejército de Israel contra Líbano.
"Decenas de miles de personas se han visto forzadas a huir entre ayer y esta madrugada y las cifras siguen aumentando", ha dicho el portavoz del organismo, Matthew Saltmarsh, quien ha mostrado su "grave preocupación por el recrudecimiento de los ataques" desde la jornada del lunes.
Así, ha resaltado que "se trata de una región que ya ha sido devastada por la guerra y de un país que conoce muy bien el sufrimiento", al tiempo que ha hecho hincapié en que "el balance de víctimas civiles es inaceptable". "La protección de civiles y de infraestructura civil es fundamental", ha manifestado, antes de incidir en que "es necesario el fin urgente de las hostilidades".
Mientras, el Ejército de Israel ha llevado a cabo un nuevo "bombardeo selectivo" contra la capital de Líbano, Beirut, en el marco de su intensa oleada de ataques aéreos desde el lunes, que hasta la fecha dejan más de 550 muertos y más de 1.800 heridos, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños.
"Las Fuerzas Armadas de Israel (FDI) han llevado a cabo un bombardeo selectivo en Beirut", ha dicho en un breve comunicado, un día después de otro ataque en la capital y después del bombardeo perpetrado el viernes también en la ciudad, que dejó más de 50 muertos. Las autoridades libanesas no se han pronunciado por ahora sobre este nuevo ataque.
Por otra parte, el Ejército israelí ha detallado que durante las últimas 24 horas ha lanzado "unas 2.000 municiones" contra "cerca de 1.500 infraestructuras terroristas" en Líbano, en el marco de sus operaciones "para eliminar la amenaza que suponen las capacidades de Hezbolá". "Los aviones de combate siguen operando y atacando a estas horas", ha destacado.
De hecho, el jefe del Ejército de Israel, Herzi Halevi, ha asegurado que "no hay que dar respiro" al partido-milicia y ha adelantado que las fuerzas israelíes "acelerarán las operaciones ofensivas" contra Líbano. "La situación requiere una acción intensiva continuada en todos los frentes", ha zanjado.
Hezbolá ha respondido a estos ataques con el lanzamiento de decenas de proyectiles contra posiciones militares de Israel y una "fábrica de municiones". El Ejército ha cifrado en cerca de un centenar los cohetes disparados desde el sur de Líbano durante las últimas horas, sin que por ahora haya informaciones sobre víctimas o daños materiales.
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