En Francia, este sábado ha arrancado una gran movilización de la izquierda, con manifestaciones en todo el país. El bloque ganador de la segunda vuelta de las elecciones considera una traición del Presidente Macron haber nombrado a un conservador, Michel Barnier, como Primer Ministro.
Barnier, además, cuenta con el visto bueno de la ultraderecha y la estabilidad parlamentaria de su gobierno dependerá de ella, según informa Carlos Herranz.
El nuevo primer ministro de Francia, el conservador Michel Barnier, ha puesto este viernes sobre la mesa la posibilidad de "reabrir el debate" para lograr "una mejora" del sistema de pensiones, una reforma que suscitó fuertes protestas en Francia durante el año pasado.
Barnier ha indicado que, si bien el nuevo Gobierno galo "no va a cuestionarlo todo", sí tiene previsto "abrir debates para mejorar dicha ley", según ha explicado durante una entrevista con la cadena de televisión francesa TF1, donde ha especificado que estas mejoras van en la línea del "respeto al marco presupuestario".
"Espero estar ahí hasta el final de la legislatura, y no quiero aumentar la deuda durante ese tiempo", ha aclarado antes de puntualizar que no descarta "una mayor justicia fiscal". "Diré a los nuevos ministros que utilicen mejor el dinero público", ha sostenido.
En este sentido, ha hecho hincapié en la importancia del crecimiento económico: "Esto no viene del cielo, viene de las empresas, de los agricultores, de los pescadores, de los franceses en el extranjero, de los departamentos de ultramar... Hay muchas bazas en este país, hay motivos para la esperanza".
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