Seis rehenes de Hamás han sido encontrados muertos en las últimas horas por tropas israelíes en un túnel al sur de Gaza. Tenían entre 23 y 40 años y todos fueron capturados en el ataque del 7 de octubre, informa Lara Escudero.
Daniel Hagari, portavoz del Ejercito israelí, asegura que "fueron brutalmente asesinados por Hamás poco antes de que llegáramos a ellos". Desde Hamás, en cambio, responsabilizan a Israel por negarse a firmar un acuerdo de alto el fuego.
Entre los seis cadáveres se encuentra el del ciudadano israelí-estadounidense Hersh Goldberg-Polin. En abril se le pudo ver con vida, pero sin su mano izquierda, en un vídeo grabado mientras estaba cautivo pidiendo a su familia que no dejaran de luchar por la liberación de todos los rehenes.
Sus padres, de hecho, han sido de los más activos en esta difícil tarea. Hace 10 días estuvieron en el cierre del Congreso Demócrata, en Chicago, y ayer mismo en la previa del encuentro del equipo del que era hincha su hijo, el Hapoel de Jerusalén.
Horas antes de conocerse la trágica noticia se sucedían las manifestaciones de cada sábado por la liberación de los rehenes y contra un gobierno al que, una parte de la población israelí, reprocha no estar haciendo lo suficiente.
"Lo único que les importa es la política y no aprobaron un acuerdo con Hamás, por eso nuestros seres queridos todavía están allí", explica un manifestante.
Unas protestas que fueron subiendo de tono contra el presidente Netanyahu, conocido como Bibi, al que tachan de criminal de guerra y dictador. Netanyahu, en un mensaje televisado culpaba a Hamás: "Quien asesina a rehenes no quiere un acuerdo".
97 personas de las 251 secuestrados el 7 de octubre siguen cautivas por Hamás.
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