El atentado contra el expresidente estadounidense Donald Trump -en el que una bala le rozó la oreja- del pasado 13 de julio fue el "fracaso más importante" en décadas del servicio secreto de Estados Unidos. Así lo ha reconocido este 22 de julio en la comisión de la Cámara de Representantes nada menos que Kimberly Cheatle, la responsable de la agencia. Mientras que los seguidores del candidato creen que se trata de un milagro y rezan por él, las investigaciones continúan para esclarecer lo ocurrido.
“El intento de asesinato del expresidente Donald Trump es el fracaso más importante del Servicio Secreto en décadas. La misión del Servicio Secreto es proteger a los líderes de nuestra nación. El 13 de julio fallamos. Estamos cooperando plenamente con las investigaciones en curso. Debemos saber lo que ocurrió y moveré cielo y tierra para garantizar que no se vuelva a repetir", ha expresado Kimberly Cheatle.
La jefa del Servicio Secreto de Estados Unidos ha querido transmitir sus condolencias a las víctimas del ataque durante su intervención: el exbombero fallecido Corey Comperatore y varios heridos más, incluido el propio Donald Trump, que recibió un disparo en la parte superior de la oreja derecha. Kimberly Cheatle destacó: “Nunca dejo de pensar en qué tendríamos que haber hecho”.
Kimberly Cheatle puso en valor el trabajo de los agentes que intervinieron rápidamente para proteger a Donald Trump en cuanto comenzaron a sonar los disparos de Thomas Crooks. “No puedo expresar con palabras lo orgullosa que estoy de las acciones del servicio del expresidente, del equipo de contrafrancotiradores que neutralizó al atacante y del equipo táctico que dio cobertura durante la evacuación”, ha destacado.
La jefa del Servicio Secreto contestó con evasivas a ciertas preguntas clave. Algunas de ellas son: "¿Por qué no había agentes en el tejado desde el que disparó Thomas Crooks?", "¿Thomas Crooks voló un dron antes del inicio del acto?", o "¿Por qué no se intervino cuando los asistentes alertaron de su presencia?". Ella argumentó: “Han pasado solo nueve días desde este incidente y sigue habiendo una investigación en marcha. No voy a dar más detalles sobre ese día”.
Kimberly Cheatle aclaró que el Servicio Secreto no rechazó ninguna petición de recursos adicionales de la campaña de Donald Trump para la seguridad del acto de Butler (Pensilvania), y que el edificio desde el que se realizaron los disparos estaba fuera del perímetro de seguridad. Ella añadió durante la comparecencia que el atacante fue identificado como “sospechoso”, pero no como una “amenaza”.
La jefa del Servicio Secreto comentó que “hay momentos en que se identifica a personas sospechosas y esas personas tienen que ser investigadas” para determinar si suponen una amenaza real. La bancada republicana cuestionó la investigación: “Tenemos que confiar en que el FBI está llevando esta investigación y que es fiable, porque hay algunos de los que estamos aquí sentados que no tienen mucha confianza en el FBI”.
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