Donald Trump afirma en su primer mitin tras su intento de asesinato que recibió "una bala por la democracia"

En Estados Unidos, una semana después del intento de asesinato en Pensilvania, Donald Trump ha vuelto a dar un mitin, esta vez en Michigan. Hemos vuelto a ver, tras siete días de cierta moderación, al candidato republicano encendido e insultando a los demócratas. Y no solo a Joe Biden, del que ha dicho que es "patético", "enfermo" y "débil". Informa Mamen Sala desde la ciudad de Nueva York.

Se trata, como decimos, del primer mitin de campaña tras el intento de magnicidio. Trump ha vuelto a ser Trump; ha calificado a Biden de "estúpido" y ha llamado "tontas" a las líderes de la Cámara de Representantes y a la vicepresidenta Kamala Harris. Un discurso encedido y enérgico en el que ha vuelto a repetir falsedades como que le robaron las elecciones de 2020. El candidato republicano a los comicios de noviembre se ha mostrado como un Mesías: asegura que recibió un disparo "por la democracia".

Y, todo, mientras crece el asedio dentro de su propio partido en torno a Joe Biden. Cada vez son más los demócratas que le piden que se retire y esto es carnaza para los republicanos. Donald Trump incluso hizo ayer una pequeña encuesta entre sus seguidores para ver posibles sucesores.

Así ha sido el primer mitin de Donald Trump tras el intento de asesinato en Pensilvania

James David Vance, elegido número dos, daba la bienvenida a Donald Trump. Allí aparecía, en Michigan, el superviviente del atentado el 13 de julio, ya sin venda grande en la oreja, ante un estadio hasta arriba, lleno también de agentes de seguridad. Primer mitin con Vance y, como decíamos, el primero tras el atentado en Pensilvania: "Estoy aquí gracias a Dios todopoderoso", apuntaba el dirigente.

Hasta ahí manejó el tono conciliador. Porque luego volvió el Trump de toda la vida: "Dicen que soy una amenaza para la democracia. ¿Qué demonios? La semana pasada me llevé un balazo por la democracia". El dirigente volvió a los insultos, llamando loca a Kamala Harris y a Nancy Pelosi. Aprovecha la debilidad en el campo demócrata. Prueba de ello, el improvisar una encuesta para ver a qué candidato prefiere la audiencia: a la vicepresidenta o a Biden. Después dijo que daba igual. Votar por él es elegirla a ella, subrayó.

En el estadio, sus fans tuneados de arriba abajo; camisetas, tatuajes, pelucas, la célebre foto puño en alto y, como no, el 'hombre muro', vestido en apoyo a la política antiinmigración de Trump: "Vienen de hospitales psiquiátricos, de sanatorios de locos, como Hannibal Lecter", dijo el dirigente. Con las encuestas a favor, fortalecido tras el ataque "su energía no ha hecho más que aumentar después del atentado", apuntan sus seguidores. Todo un contraste con un Biden aislado y convalenciente por el covid, al que los votantes demócratas piden que pase la antorcha, que retire su candidatura. No obstante, de momento está decidido a resistir.

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