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La Comisión Europea impone aranceles provisionales a los coches eléctricos fabricados en China. Tras nueve meses de investigación, Bruselas considera que se benefician de subvenciones que perjudican a los productores europeos. Según informa Cristina Montalvo, estas ayudas suponen una amenaza para la industria del automóvil de Europa, aunque en España siguen sin remontar las ventas.
Mañana entrará en vigor unos aranceles adicionales para los coches eléctricos chinos. La cifra dependerá de cada marca y podrá ir desde el 17,4% al 37,6%. En algunos casos, son ligeramente inferiores a los que se anunciaron hace tres semanas. La Comisión Europea cree que las ayudan que reciben les permite a los fabricantes vender los vehículos más baratos.
Europa se ve amenazada por la venta de los coches eléctricos chinos. El Diario Oficial de la Unión Europea (DOUE) anuncia los aranceles provisionales -que estarán en vigor durante cuatro meses- para los automóviles de batería eléctrica fabricados desde China. Durante los próximos días, los socios comunitarios tendrán que pronunciarse sobre ellos y la Comisión Europea publicará su decisión definitiva.
Bruselas destaca que las conversaciones con China se han intensificado en las últimas semanas y anuncia que va a seguir negociando sobre la relación comercial en torno a estos coches que registran unas ventas mucho mayores a las europeas. Según la Asociación Europea de Fabricantes de Automóviles, el pasado año se vendieron en la Unión Europea más de 438.000 coches chinos mientras que el resto apenas fueron 11.500.
Algunos sectores comienzan a preocuparse por la guerra comercial con China. El primero, los propios fabricantes de automóviles alemanes que temen las represalias que pueda adoptar China. Creen que podrían utilizar aranceles similares para sus vehículos de alta gama o en las materias primas que utiliza la industria y piden eliminar la medida. Pero hay más posibles perjudicados.
Tras el anuncio de estos aranceles, China afirmó que iba a investigar por competencia desleal las importaciones europeas de porcino. Esto nos afecta directamente porque España es el mayor exportador de la UE de estos productos. Las ventas de carne de cerdo suponen casi dos terceras partes de las ventas de España en China. “Nuestro país tiene la obligación de pedir a la UE que no paguemos el peaje de un sector que no tiene nada que ver con nosotros”, sugieren algunos de los representantes del sector.
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