Indignación por una nueva actuación policial en Estados Unidos, que se ha cobrado la vida de un adolescente de 13 años. Ocurrió en la ciudad de Utica, en el estado de Nueva York. Una grupo de policías se detiene a identificar a dos jóvenes cuando uno de ellos, Nyah Mway, sale corriendo portando lo que, al parecer, era una pistola.
Uno de los policías sale tras él y al ver el arma le dispara en el pecho. El jefe de policía de la ciudad confirmaba después que se trataba de una pistola de perdigones. Aunque intentaron reanimarlo, el menor fallecía en el hospital a causa del disparo ante la desolación e indignación de su madre.
Un vídeo difundido en redes sociales muestra al niño corriendo por una calle oscura mientras le perseguían tres policías. Uno de ellos logra derribar al niño y los demás se suman después mientras varios viandantes increpan a los agentes.
"Cuidado, cuidado. Se está grabando", grita una de las mujeres presentes. "¡Dios mío! ¡Le acaba de disparar!", grita otro de los presentes. La Policía ha explicado que el adolescente fue derribado y se produjo un disparo "durante una pelea en el suelo". El niño murió en el Hospital Wynn de Utica por la gravedad de la herida en el pecho que tenía.
Ya el sábado la rueda de prensa convocada por las autoridades para explicar lo sucedido se convirtió en un acto de protesta contra la violencia policial con la asistencia de 50 miembros de la familia del niño fallecido. "Nuestros padres no huyeron de la guerra para que la policía matara a sus hijos", se podía leer en uno de los carteles mostrados.
El jefe de la policía de Utica, Mark Williams, explicó en rueda de prensa que quieren ser transparentes y relató cómo el niño sacó una pistola imitación a una Glock que luego resultó ser de aire comprimido durante la persecución.
"Hay muchas emociones en esta sala, pero cuando nos piden transparencia y nos gritan es muy difícil", ha explicado Williams, según recoge la prensa local. También estaba presente en la rueda de prensa el alcalde de Utica, Michael Galime, y ha explicado que se trataba de un registro rutinario que "derivó en tragedia en cuestión de segundos". Además ha prometido que se va a publicar la grabación de las cámaras personales que llevaban los agentes.
Los tres agentes están suspendidos de empleo, no de sueldo, y sus nombres se publicarán "pronto", ha asegurado el responsable policial, que ha adelantado que hay una investigación interna en marcha. La Policía ha advertido además de que el vídeo difundido en redes "no refleja el incidente al completo".
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