Émile tenía dos años cuanto desapareció el ocho de julio en Haut-Vernet, una aldea donde veraneaba con sus abuelos. Nueve meses después, un excursionista encontró su cráneo y los dientes cerca de la zona, según informa en el vídeo Laia Forest. Los vecinos siguen conmocionados por esta historia. “Estamos atónitos. No imaginamos que algo así pueda pasar a pocos metros de nuestra casa”, dice Annabelle, una de las residentes de la zona.
La zona en la que aparecieron los huesos de Émile ya había sido rastreada varias veces. Los investigadores tratan de averiguar si fue allí donde murió, a dos kilómetros de la aldea, mientras esperan los análisis de los restos en un caso que ha conmocionado al país. Todas las hipótesis siguen abiertas.
Durante este fin de semana, un excursionista avisó a las autoridades tras encontrar el cráneo del pequeño Émile. El niño de dos años desapareció el ocho julio en Haut-Vernet, una localidad ubicada al sureste y que solo tiene 25 habitantes. El pequeño veraneaba allí con sus abuelos cuando se le perdió la pista. “Esperábamos poder encontrarle con vida. Ahora tenemos que confiar en la justicia”, declaró el alcalde François Balique, quien ha prohibido hasta el próximo domingo la entrada al pueblo a los no residentes.
Se desconoce si fue asesinado o si sufrió un accidente por ser una zona de montaña muy escarpada. Las autoridades creen que es poco probable que los restos estuvieran ahí desde hace nueve meses. La teoría que manejan es que una persona o un animal podría haber desplazado los restos. Los huesos fueron remitidos de inmediato en helicóptero al Instituto de Investigaciones Criminales de la Gendarmería Nacional (IRCGN). La investigación continúa y está previsto que este domingo se pongan en marcha nuevas excavaciones en la zona para localizar el resto de los huesos.