Kramatorsk, una zona clave en la resistencia ucraniana, ha recibido un nuevo ataque de las tropas rusas tras conquistar Avdiivka. En esta nueva ofensiva, se calcula que entre 850 y 1000 soldados ucranianos podrían haber sido capturados en la huida, lo que acentúa la pérdida militar de Ucrania. El país estudia una Ley de Movilización para reclutar a más personas para ir a la guerra.
Los servicios de emergencia han trabajado sin descanso durante toda la noche para buscar víctimas tras el ataque. Seis personas han resultado heridas por las explosiones y las autoridades han informado que podría haber una víctima bajo los escombros.
Rusia ha atacado a su nuevo objetivo: Kramatorsk. Se trata de una zona cercana la línea del frente en la región de Donetsk. Los heridos han llamado a sus familiares y han pedido ayuda para buscarlos entre los escombros. Las explosiones han dejado a seis personas heridas y a una posible víctima bajo los escombros, según las autoridades.
Los ataques se han producido en los edificios residenciales y en una distribuidora de agua y electricidad que ha quedado destruida. La actuación de Rusia no ha pillado por sorpresa. Su método se basa en provocar miedo en los locales atacando a los civiles y a la infraestructura crítica para dejar desabastecida a la población.
Los soldados ucranianos, que estuvieron en el momento de la ofensiva, aseguran que el ataque se produjo bajo el fuego de la artillería, drones y ataques aéreos. Se calcula que han capturado entre 850 y 1.000 personas del Ejército ucraniano.
La captura de los soldados ucranianos con experiencia agudiza la necesidad de más tropas en Ucrania. La ley para movilizar a 500.000 personas más sigue bloqueada en el Parlamento. El Ejército denuncia que cada vez tienen menos voluntarios que quieran ir al frente para luchar contra el régimen de Vladimir Putin.