¿Cuándo cambia la hora al horario de verano en España?

El cambio de hora es objeto de numerosos debates

Con la llegada de la primavera y con el objetivo de aprovechar mejor la luz natural, y en teoría, ahorrar energía se realiza un cambio importante: el cambio de hora al horario de verano. Este tiene como objetivo ajustar el reloj de acuerdo a las horas de luz del día para mejorar la eficiencia energética, ya que en verano hay más horas de luz que en invierno.

Desde hace décadas, en España se producen dos cambios de hora al año, uno en primavera y otro en otoño, pero no en todos los países se lleva a cabo esta práctica. Cada año cuando llega el momento, siempre nos surge la misma pregunta: ¿esta vez, se adelanta o atrasa el reloj?

En 2025, se producirá el cambio de hora donde se ajustarán los relojes al horario de verano en la madrugada del sábado 29 al domingo 30 de marzo. A las 2 de la madrugada, los relojes se adelantarán una hora, pasando a ser las 3 de la madrugada. Esto implicará que ese día tendrá oficialmente una hora menos.

Cuál es el origen del cambio de hora en España

Esta práctica de ajustar los relojes para aprovechar mejor la luz del día tiene su origen en el siglo XX. En España, el horario de verano se estableció por primera vez en 1918 debido a la escasez energética. Sin embargo, las guerras y otras circunstancias ocurridas durante el siglo XX impidieron que esta medida se pudiera consolidar de manera uniforme.

Durante la Guerra Civil española, coexistieron dos husos horarios diferentes: uno para el bando republicano y otro para el bando nacional. Tras la guerra, en 1940, el régimen de Franco decidió alinear el horario español con el de la Alemania nazi, adelantando los relojes una hora respecto al meridiano de Greenwich. Este gesto quería que lo acercara políticamente a Hitler. Este cambio hizo que España se situara en el huso horario de Europa Central (CET), donde permanecemos hasta hoy, a pesar de que geográficamente, correspondería el huso horario de Greenwich (GMT).

En el año 1973, la crisis del petróleo llevó a muchos países, incluida España, a reinstaurar el cambio de hora como una medida para ahorrar energía. Fue en 1981, cuando la Comunidad Económica Europea, lo que hoy se conoce como Unión Europea, estableció las directrices para unificar el cambio de hora en todos los países miembros, fijando que se realizaría el último domingo de marzo y el último domingo de octubre. Desde entonces, España ha seguido esta normativa, ajustando sus relojes en las fechas establecidas para adaptarse al horario de verano e invierno, respectivamente.

Cuáles son las razones que hay detrás de este cambio de hora

La principal motivación para el cambio de hora es el ahorro energético. Cuando se adelantan los relojes una hora durante la primavera y el verano, se busca que las actividades humanas coincidan más con las horas de luz natural, lo que hace que se reduzca la necesidad de iluminación artificial y, por tanto, el consumo de energía. Asimismo, se argumenta que este ajuste horario permite un mejor aprovechamiento de la luz solar, lo que puede tener beneficios para la salud y el bienestar al fomentar las actividades al aire libre.

No obstante, distintos estudios han cuestionado la efectividad real de esta medida en términos de ahorro energético, sobre todo en relación con la evolución de las tecnologías y los hábitos de consumo actuales. Diversos informes sugieren que el ahorro es mínimo o incluso inexistente, lo que ha llevado a cuestionarse la necesidad real de mantener esta práctica.

Esto ha hecho que en los últimos años, el cambio de hora sea objeto de debate en la Unión Europea. En 2018, la Comisión Europea realizó una consulta pública en la que el 84% de los participantes se mostró a favor de eliminar el cambio de horario. España fue el tercer país con más respuestas en ese sentido, con un 93% de partidarios de que el cambio de hora desaparezca.

Debido a los resultados de esta consulta, la Comisión propuso suprimir el cambio de hora y permitir que cada país pudiera elegir entre mantener permanentemente el horario de invierno o el de verano. No obstante, la falta de consenso entre los Estados miembros ha llevado a que se posponga la decisión, y por tanto, España continuará aplicando el cambio de hora al menos hasta octubre de 2026.

Ligado a este debate del cambio de hora, también existe una discusión en nuestro país sobre si se debería ajustar el huso horario al que le correspondería geográficamente, es decir, al GMT. Esta modificación implicaría retrasar los relojes una hora de forma permanente, alineando el horario español con el del Reino Unido y Portugal. Quienes están a favor de este cambio argumentan que podría mejorar la salud y el bienestar de la población al sincronizar mejor las horas de luz con las actividades diarias.

Cómo afecta el cambio de hora en la sociedad española

El cambio de hora tiene distintas repercusiones en la vida cotidiana de los españoles. Por un lado, al adelantar los relojes en primavera, se disfruta de más horas de luz por la tarde, lo que puede ayudar a que se realicen más actividades al aire libre y de turismo sobre todo en aquellas regiones donde el clima es favorable. Por otro lado, este ajuste puede afectar al ritmo circadiano de las personas, provocando alteraciones de sueño, fatiga o disminución de la productividad en los días posteriores a este ajuste horario.

Los sectores como la agricultura o la ganadería, se pueden ver más afectados por este cambio, ya que los animales no ajustan sus rutinas al horario humano, lo que puede hacer que suponga un reto para la gestión de las explotaciones. Por otro lado, el sector del transporte o las telecomunicaciones tienen que realizar ajustes para garantizar la sincronización y el correcto funcionamiento de sus servicios durante el cambio de hora.