El 'pueblo de las mil cascadas' que parece noruego se encuentra en esta provincia española
Este pequeño pueblo burgalés es conocido por sus cascadas y saltos de agua que hacen que cada año muchos turistas quieran conocer
En el se pueden hacer varias rutas de senderismo donde disfrutar de la majestuosidad de sus cascadas
La ruta con cascadas de Madrid que parece un lugar encantado y es ideal para niños
Situado en la provincia de Burgos hay un pueblo que tiene unos paisajes que parecen sacados del país nórdico. El pintoresco municipio de Tobera, el cual es conocido como “el pueblo de las mil cascadas”. Se ha convertido en un destino ideal para quienes adoran la naturaleza y la paz, además, este lugar destaca por su belleza y tranquilidad.
A tan solo cinco minutos de Frías, la que es oficialmente la ciudad más pequeña del mundo, se encuentra este municipio que está rodeado de montañas y caídas de agua, y donde en cada rincón se puede escuchar el agua correr. Con una población de apenas 30 habitantes, este pueblo es capaz de ofrecer a los viajeros una experiencia única.
MÁS
Entre los lugares más atractivos de Tobera se encuentran sus miradores y puentes, desde los cuales se puede disfrutar de unas vistas espectaculares del pueblo. También, cuenta con una de las experiencias más sorprendentes que es poder entrar dentro de la misma cascada.
El sobrenombre de “el pueblo de las mil cascadas” viene dado por la abundancia de saltos de agua y arroyos que hay en todo el municipio. Siendo esta la razón por la que su belleza es motivo de visita alrededor de Castilla y León e, incluso en toda España.
El río Molinar, es el que atraviesa el pueblo creando múltiples cascadas a su paso, haciendo que todo en todo el pueblo se pueda escuchar el sonido relajante del agua cayendo y fluyendo. Además, en verano, aporta una sensación de frescor que atrae a los turistas que quieren escapar del calor.
Este río nace en las cercanías de Tobera, y fluye, como hemos mencionado, a través del pueblo, lo hace a través de la estrecha garganta donde se sitúa el pueblo. Dependiendo de la época del año y también del caudal que tenga el río Molinar, estas cascadas varían en tamaño y también, en intensidad.
Estas cascadas no solo con un espectáculo natural, sino que han sido aprovechadas durante toda su historia para actividades como la molienda de grano, algo que aporta un componente cultural e histórico a este pintoresco pueblo.
El punto más turístico de este pequeño pueblo es el entorno que rodea al puente románico de Tobera, ya que desde este punto se pueden admirar las cascadas. Este puente cruza el río y ofrece una vista espectacular de una de las cascadas más grandes que hay en el municipio. Además, es una de las más fotogénicas. Muchos establecimientos de restauración han aprovechado las increíbles vistas para ofrecer terrazas con vistas a estos saltos de agua tan bonitos.
El puente románico data de la Edad Media y constituía una parte imprescindible de los caminos que unían a diferentes pueblos del lugar. También sería como paso a los peregrinos que asistían a la ermita del pueblo buscando la protección y compasión de la Virgen.
Otro de los mayores atractivos que tiene este bonito pueblo es esta ermita que se sitúa justo al lado del puente. Se trata de la ermita de Nuestra Señora de la Hoz. Una pequeña iglesia que parece que está incrustada en la roca. Dicha ermita está dedicada a la Virgen de la Hoz, por quien sienten gran devoción en esta comarca.
En Tobera se respira mucha tranquilidad, que en combinación con lo bello del paisaje y lo impresionante de sus cascadas, hacen que se convierta en un lugar ideal para realizar caminatas y rutas de senderismo. En todo el pueblo hay muchas sendas lo rodean y hacen que los visitantes puedan adentrarse en la naturaleza descubriendo lugares extraordinarios.
Este característico pueblo pertenece al municipio de Frías, una localidad que también destaca por su impresionante conjunto medieval, por el que también es muy recomendable pasear.
La ruta de las cascadas de Tobera
Para poder disfrutar de las cascadas que hay en este municipio se puede empezar desde el Paseo del Molinar, que permitirá avanzar siguiendo el cauce del río que le da nombre. A través de este paseo se podrán contemplar muchas de las cascadas y saltos que se encuentran en esta localidad burgalesa.
Como hemos mencionado anteriormente, estos saltos han sido aprovechados desde hace años y se usaban para hacer funcionar molinos, batanes e incluso por las fábricas de papel. En esta ruta, que pasa por un camino empedrado, se podrá disfrutar de unas vistas impresionantes de las cascadas desde distintos miradores y puentes.
Esta ruta que tiene una longitud de tan solo un kilómetro, se puede iniciar también en la zona de las ermitas, ya que se puede encontrar ahí un aparcamiento. El camino está señalizado y lleva hasta el casco urbano de Tobera por el lado derecho del río.
Al empezar en este punto, se tendrá que bajar por unas escaleras de piedra que siguen el cauce del río. Gradualmente las aguas del río Molinar van a ir teniendo una fuerte pendiente por la que se van encontrando diversos miradores y también casas típicas del municipio. Será al final de la senda donde se podrán ver varios saltos de agua increíbles.