Cristina Álvarez ha declarado ante el juez Juan Carlos Peinado en el marco del caso Máster. Según informa Isabel Sanz en el vídeo, la asesora de Moncloa que trabajaba para Begoña Gómez, ha explicado al magistrado que se la nombró específicamente para ayudar a la mujer del presidente del Gobierno con temas tanto oficiales como privados.

Álvarez ha comparecido ante el titular del Juzgado de Instrucción Número 41 de Madrid como testigo después de que afloraran unos correos electrónicos en los que hace gestiones relacionadas con los másteres y la cátedra extraordinaria de la Universidad Complutense de Madrid (UCM) en los que trabaja Gómez.

Cristina Álvarez le ha explicado al juez que ella fue nombrada para llevar los asuntos de Begoña Gómez, que tenía que llevar su agenda pública y que, para eso, tenía que estar al tanto también de sus actividades privadas. En esa delgada línea roja entre lo público y lo privado, y en su amistad con la mujer del presidente del Gobierno, ha justificado Cristina Álvarez haber escrito a los patrocinadores de la cátedra de Begoña Gómez para pedirles que siguieran aportando fondos.

Según las partes, Cristina Álvarez ha estado durante el interrogatorio, que ha durado poco más de una hora, nerviosa y dubitativa. La asesora ha dicho que le costaba contestar a algunas de las preguntas, hasta el punto de que el juez Peinado la ha apercibido recordándole que como testigo tenía que contestar a todas las cuestiones que se le hiciera.

Además, las mismas fuentes señalan que el magistrado ha pedido a Álvarez su número de teléfono móvil, sin requerirle también el dispositivo.

Por otro lado, Peinado ha aprovechado la diligencia de este viernes para abrir una pieza separada de carácter disciplinario para multar a varios abogados por hacer declaraciones a la prensa a la salida de las declaraciones.

En concreto, se ha dirigido contra el abogado de Gómez, el exministro socialista Antonio Camacho; y los abogados de las acusaciones populares que ejercen Vox y Hazte Oír, Marta Castro y Javier María Pérez-Roldán, respectivamente.

Cabe recordar que Peinado investiga a Gómez por presuntos delitos de tráfico de influencias, corrupción en los negocios, apropiación indebida e intrusismo profesional. La mujer de Sánchez negó todas las acusaciones vertidas en su contra el pasado miércoles, la primera vez que optó por no acogerse a su derecho a guardar silencio.

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