La despoblación rural en España ha alcanzado niveles preocupantes, especialmente en regiones de Castilla-La Mancha, en las provincias de Soria y Guadalajara y en zonas de La Rioja, donde muchos pueblos luchan por sobrevivir con un puñado de habitantes. Esta realidad forma parte del fenómeno conocido como la "España vaciada", que ha sido un tema central en los debates sobre la sostenibilidad de las zonas rurales y el futuro de sus comunidades.
Exploramos los 10 pueblos más pequeños de España, basándonos en los últimos datos actualizados del Instituto Nacional de Estadística (INE) en 20923 y otras fuentes la web La España Fascinante:
Illán de Vacas sigue siendo el municipio menos poblado de España con solo tres habitantes registrados, entre ellos su propio alcalde. Este pequeño pueblo de Castilla-La Mancha es el símbolo de la despoblación extrema en el país, ya que apenas cuenta con servicios básicos y la mayoría de las casas están deshabitadas. Pese a su pequeño tamaño, ofrece un entorno rural idílico para quienes buscan desconectar.
Este pueblo riojano es otro ejemplo de la despoblación masiva que afecta a muchas zonas rurales. Villaroya, que a principios del siglo XX contaba con casi 300 habitantes, ha visto reducir su población a solo cinco personas. La emigración, especialmente durante el cierre de las minas de carbón en los años 60, aceleró el éxodo de sus vecinos.
Con una población de seis habitantes, Estepa de San Juan es uno de los muchos pueblos de la provincia de Soria que se enfrenta a la desaparición. Esta pequeña localidad situada en la Sierra de Oncala aún conserva su iglesia parroquial del siglo XVI, un tesoro arquitectónico en medio de la España vaciada.
Villanueva de Gormaz es un pueblo con una rica historia medieval, ya que fue una importante fortaleza fronteriza durante la Reconquista. Hoy en día, apenas quedan ocho vecinos en este municipio, que en el pasado fue famoso por su producción vinícola.
En las montañas de Soria, Valdeprado cuenta con solo ocho habitantes. Su situación geográfica en la Tierras Altas le otorga un entorno natural espectacular, pero también dificulta la atracción de nuevos residentes, lo que contribuye a su continua despoblación.
Este pequeño municipio riojano también registra apenas ocho habitantes. Su economía se ha basado tradicionalmente en la viticultura, pero al igual que muchos pueblos de la región, ha sufrido un declive demográfico severo en las últimas décadas.
Conocido por sus famosas minas de pirita, Navajún es otro pueblo que ha sucumbido a la despoblación. En sus años de mayor esplendor, la minería y la ganadería sostenían a la comunidad, pero hoy en día solo viven ocho personas en este rincón de La Rioja.
Ubicado en el Parque Natural del Alto Tajo, Valtablado del Río solía tener más de 100 habitantes en el siglo XIX. Sin embargo, hoy en día cuenta solo con ocho vecinos. Su entorno natural sigue siendo una de las principales razones para visitar este municipio, que atrae a senderistas y amantes de la naturaleza.
Situado en la comarca de Molina de Aragón, Castilnuevo se formó alrededor de una fortaleza medieval. A pesar de su atractivo histórico, el pueblo ha sufrido una despoblación constante, y ahora cuenta solo con ocho habitantes.
Quiñonería, situado a unos 48 kilómetros de Soria, es uno de los pueblos más grandes en extensión de esta lista, pero con solo 10 habitantes. A lo largo de los años, ha absorbido otras pequeñas localidades, lo que le ha permitido sobrevivir a la despoblación, aunque de forma muy limitada
La despoblación rural no es un fenómeno nuevo en España, pero ha cobrado mayor visibilidad en los últimos años debido a la creciente polarización demográfica entre las ciudades y el campo. En respuesta, muchas localidades han lanzado iniciativas para atraer nuevos residentes, ofreciendo incentivos como vivienda gratuita o bajos costos de vida. Sin embargo, la batalla para revertir el éxodo rural sigue siendo cuesta arriba.
Estos pequeños pueblos no solo representan el desafío de la despoblación, sino también una oportunidad única para quienes buscan una vida más tranquila, lejos del bullicio de las grandes ciudades. La "España vaciada" sigue luchando por mantener viva su historia y tradiciones en medio de un futuro incierto.
*Este texto ha sido generado con ayuda de Inteligencia Artificial, guiado y editado por el autor.