El PSOE aprobó en su Congreso Federal, celebrado este fin de semana, una enmienda a favor de excluir a las mujeres trans de las competencias deportivas femeninas y rechazó incluir la referencia Q+ en los documentos del partido. Y esto ha provocado una cascada de críticas y ataques por su posición frente al colectivo, según informa Hugo Domínguez.
Para entender este debate, es necesario comprender qué significan las nomenclaturas. La 'Q' es de la teoría queer, es decir, engloba a las personas que no están identificadas con las etiquetas existentes ni con las definiciones actuales de gays, lesbianas y trans. El símbolo + es para incluir al colectivo de las minorías que no están representadas en ninguna de las siglas como lo son los asexuales, pansexuales, las personas no binarias o de género fluido.
El PSOE vive una batalla entre dos corrientes. Las personas que avalan la teoría queer defienden que si naces con pene no eres automáticamente hombre o si naces con vagina no eres automáticamente mujer. Sostienen que hay muchas identidades y que pueden vivir libremente. La otra corriente, denominada como feminismo clásico, la encabeza la exvicepresidenta del Gobierno, Carmen Calvo.
Esta segunda recalca que la teoría queer borra a la mujer y, si lo hace, se cuestiona su lucha histórica contra la discriminación entre el hombre y la mujer. En el Congreso Federal ha ganado la posición de las feministas clásicas y ha perdido lo que defiende el responsable LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez. La importancia de estas siglas es que hablan de grupos que históricamente han sido marginados e invisibles, hace que se pueda hablar de ellos y que existan.
El secretario de LGTBI del PSOE, Víctor Gutiérrez, garantiza que su partido seguirá trabajando por los derechos y libertades de “todas las siglas del colectivo sin excepción”, aunque no vayan a incluir la nomenclatura Q+. En cuanto a la exclusión de mujeres trans de las competiciones deportivas femeninas, Gutiérrez sostiene que “es una obviedad que los hombres no pueden participar en la categoría femenina”.
“Esto en ningún caso afecta a las personas trans, porque quienes tienen correctamente hecho su cambio registral de sexo son consideradas en este caso una mujer trans”, añade. Pero esto abre más la grieta entre los diferentes movimientos feministas, ya que la autodeterminación de género es uno de los temas que no aprueban todas las feministas.
La Plataforma Trans muestra su indignación y denuncia en un comunicado que hace tiempo que se “inició una campaña criminal de desinformación, bulos y estigmatización de las vidas de este colectivo en un intento de menoscabar la ley trans”. “Estamos a la espera de recibir el texto definitivo aprobado para valorar la redacción final, en la que esperamos que se explicite, que, con respecto a las competiciones deportivas, las mujeres trans son mujeres y los hombres trans son hombres”, sostiene Paula Iglesias, presidenta de la Federación Estatal De Lesbianas, Gais, Trans, Bisexuales, Intersexuales y más.
Entre las voces críticas, se encuentra el socio del Gobierno, Sumar. La secretaria de la organización, Lara Hernández, apunta que “las mujeres trans son mujeres; son mujeres cuando acuden a sus puestos de trabajo, son mujeres cuando pagan sus impuestos y sí, sí, también son mujeres cuando hacen deporte”.
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