El periodista vasco Pablo González, liberado en el mayor intercambio de presos entre EEUU y Rusia desde la Guerra Fría

El periodista vasco Pablo González ha sido puesto en libertad tras dos años y medio encarcelado en Polonia acusado de espiar para el Kremlin. Según informan Sergio García y Estíbaliz Galdós en el vídeo, Moscú le ha incluido en la lista de prisioneros que ha reclamado a Estados Unidos y sus aliados europeos en el mayor intercambio de prisioneros desde la Guerra Fría. En total 26 informadores presos han sido puestos libertad.

Pablo González, residente en Gernika, fue detenido en febrero de 2022 en la frontera de Polonia con Ucrania días después de empezar la invasión rusa. Su familia no ha dejado de movilizarse desde entonces y por fin han podido celebrar la buena noticia.

El periodista, encarcelado desde hace más de dos años y cinco meses en Polonia acusado de espionaje, ha sido liberado y trasladado a Rusia, su país de nacimiento, en un intercambio de informadores presos entre ambos países. En total han sido liberados prisioneros de hasta 7 países aliados: Estados Unidos, Alemania, Polonia, Eslovenia, Noruega y Bielorrusia. En total, un canje de hasta 26 personas, un acuerdo entre ambos bloques.

Esta lista está Pablo González, residente en Gernika (Bizkaia) y que posee la doble nacionalidad rusa y española. El periodista fue detenido en la frontera de Polonia con Ucrania pocos días después de comenzar la invasión de Rusia, en febrero de 2022, acusado de espiar para ese país.

Casi dos años y medio después, ha sido liberado en un intercambio de periodistas presos entre Polonia y Rusia, que "ha sido posible gracias a intensas negociaciones entre las partes implicadas y a un exhaustivo trabajo jurídico que ha asegurado un marco legal adecuado para su materialización", según el comunicado remitido a EFE por el abogado del periodista en España, Gonzalo Boye.

Para su entorno, su liberación "marca un hito significativo en favor de la libertad de todos los periodistas que se encuentran en estos momentos presos en diversos países".

El mes pasado, la mujer de González, Oihana Goiriena, participó en un acto en apoyo a su marido y pidió a Polonia de nuevo que fijara fecha para el juicio y presentara pruebas contra su marido o lo dejara en libertad.

El ministro de Exteriores, José Manuel Albares, ha asegurado en varias ocasiones que se ocupaba directamente del caso de González y había pedido directamente a su homólogo polaco que se presentaran pruebas contra el periodista y se pusiera fecha para un juicio oral lo antes posible. En marzo el Tribunal de Apelación de la ciudad polaca de Lublin ratificó la prórroga de la detención del periodista.

La ley polaca permite decretar el ingreso en prisión preventiva por un máximo de tres meses, pero en su caso los tribunales atendieron las sucesivas peticiones de la Fiscalía para prorrogar su encarcelamiento.

El comunicado destaca que "las razones humanitarias han sido primordiales en esta decisión" y valora el "interés real" mostrado por "las autoridades rusas en buscar una solución a esta situación, mientras que otros se han centrado principalmente en criminalizar a Pablo González".

"En nombre de Pablo y de su familia queremos expresar nuestro agradecimiento a todas las personas y organizaciones, especialmente Free Pablo, que han trabajado incansablemente para lograr este resultado", añade.

Día de suerte también para el corresponsal del Wall Street Journal, Evan Gershkovic, liberado por la otra parte, por Rusia. El periodista fue detenido en julio y condenado a 16 años de cárcel acusado justo de lo contrario, de espiar al servicio de Estados Unidos.

Biden ha celebrado la noticia acompañado de los familiares de los liberados, para el presidente de Estados Unidos este intercambio es fruto del éxito de la diplomacia y la amistad entre países.

Quien se libra también de 16 años de cárcel es el exmarine Paul Whelan, detenido en suelo ruso acusado también de espionaje, una acusación negada por la Casa Blanca y sus allegados

Son solo algunos de los 26 afortunados que terminan sus condenas, acusados casi todos de espías, pero sin demostrar cargos claros contra ninguno de ellos.

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