Los JJOO de París marcados por las dos guerras: Rusia e Israel participan aunque los rusos con condiciones

En París se prepara ya el final de la cuenta atrás hacia los Juegos Olímpicos. 45.000 policías vigilarán la ceremonia de apertura el próximo viernes. La capital francesa se ha blindado en unos juegos con un mundo con dos grandes guerras y deportistas de todos los países y naciones involucradas.

Los primeros atletas ucranianos ya han puesto rumbo a los Juegos Olímpicos de París. Ucrania tiene deseos de victoria y sus atletas también. La victoria es muy importante para todo el país y para los deportistas: van a por medallas para un país en guerra y saben que en París se cruzarán con deportistas rusos. Un país invasor al que el COI ha puesto condiciones: solo 15 atletas rusos y 16 bielorrusos (su gran aliado), solo en deportes individuales y sin himno ni bandera. Además, están excluidos quienes se han manifestado en favor de la guerra y quienes tengan conexiones con las fuerzas armadas. Podrán participar bajo la bandera AIN (atletas individuales neutrales) pero no se les verá en ceremonia de apertura ni sus medallas se incluirán en el registro oficial.

A los ucranianos se les pide para evitar conflictos: que no aparezcan en ninguna foto con ellos y que no participen bajo ningún concepto en ruedas de prensa conjuntas.

¿Y de Oriente Próximo quienes van a participar? Pues el caso de Israel no es el mismo, según el presidente del COI, pese a las presiones internacionales para condicionar su participación o incluso prohibirla. El COI no les obligará -como ha hecho con Rusia- a competir como deportistas neutrales, llevarán su himno y su bandera. Palestina, igual que viene ocurriendo desde los juegos de Atlanta en 1996,  participará de pleno derecho. A Paris van 8 deportistas palestinos y 93 israelíes. Ambas delegaciones solo podrían enfrentarse en judo y natación. La seguridad será extrema para evitar conflictos. El COI es consciente de las amenazas de muerte que han recibido los deportistas de ambas delegaciones .

Los más de 10 millones de desplazados de todo el mundo están representados por los 36 atletas del equipo olímpico de refugiados. Los primeros de la historia con un sistema de videovigilancia vinculado a gigantescas bases de datos, algoritmos desarrollados por inteligencia artificial y posibilidad de reconocimiento facial. Un encuentro deportivo que se juega en un mundo en guerra.

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