El fiscal general del Estado está en punto de mira por dos frentes judiciales. Por un lado, la decisión de investigar si la fiscalía reveló secretos de la pareja de Isabel Díaz Ayuso en una nota de prensa. A este caso, se suma la anulación del nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de memoria democrática, por parte del Tribunal Supremo. Ante esta situación, según informa Isabel Sanz en el vídeo, Álvaro García Ortiz ha pasado al ataque y ha pedido que se aparte a todos los magistrados del Supremo que tenían que decidir si sigue siendo fiscal general.
En cuanto a la filtración de la pareja de Isabel Díaz Ayuso, Isabel Sanz explica que lo que ocurrió fue que la fiscalía emitió una nota de prensa para aclarar las cosas porque había habido una filtración en la que se decía que la fiscalía había propuesto a Alberto González Amador llegar a un acuerdo por su presunto fraude fiscal, pero en realidad había sido al revés y él admitiría dos delitos fiscales. En una entrevista, García Ortiz explicaba que lo que hay que hacer es aclarar esta situación, "había una información periodística que reproducía un mail de un fiscal al abogado y no podemos consentir que se de una información falsa sabiéndolo nosotros y además una información que afecta a la fiscalía".
El segundo frente que tiene abierto, según explica Isabel Sanz, el fiscal general del Estado es el nombramiento de Dolores Delgado como fiscal de Memoria Democrática. El Tribunal Supremo se ha pronunciado ahora afirmando que este nombramiento no es correcto porque había fiscales que querían una reunión para comprobar que ese nombramiento era correcto. García Ortiz decidió que esa reunión no se llevaría a cabo y directamente la nombró. Ahora, el fiscal general defiende que el problema es que la sala tercera del Tribunal Supremo ha cambiado su criterio, "la exigencia de la sala tercera del Tribunal Supremo respecto a los nombramientos de la fiscalía general es muy distinta a toda la jurisprudencia que venía teniendo", explica.
Además, al fiscal general del Estado se le suma un tercer frente. El Senado reprueba al fiscal general con la mayoría absoluta del PP y la abstención de socios del Gobierno.
La iniciativa ha salido adelante por la mayoría absoluta del PP, que ha contado con el apoyo de Vox y UPN, mientras que el PSOE ha votado en contra y no ha recibido el apoyo de sus habituales socios, ya que Junts, ERC, PNV y EH Bildu se han abstenido. La reprobación de García Ortiz se incluía en una moción promovida por el PP en la que insta al Gobierno a proponer la destitución del fiscal general "ante el incumplimiento de sus funciones" y la designación de otra persona para el cargo.