Llega el punto final de la campaña electoral en Galicia. Este viernes los partidos echan el resto de cara a las elecciones del próximo domingo. Los líderes nacionales apoyan a sus candidatos a la Xunta en unos comicios en los que, por primera vez en 15 años, la mayoría del PP podría estar en el aire.
La izquierda está convencida de que un gobierno progresista es posible en Galicia si la participación es más elevada o, al menos, similar a la de los últimos comicios del mes de julio. Por eso, los últimos mensajes de campaña, tanto del BNG, como del PSOE y Sumar apelan a la movilización del electorado.
Mientras en el PP se vuelcan con su candidato, Alfonso Rueda, porque saben que se juegan muchísimo mas que la presidencia de la Xunta. Los populares ven peligrar su mayoría absoluta y ha tirado de la artillería pesada en el cierre de campaña. Isabel Díaz Ayuso, presidenta de la comunidad de Madrid, acude al rescate para evitar fugas de votos a Vox. Carga también contra Pedro Sánchez y contra el BNG con su argumentario más duro, “no hay nacionalismo sin su sicario al lado, que casualidad”.
Alberto Núñez Feijóo también intensifica el mensaje de que hay que concentrar el voto de la derecha en el PP, “si queremos realmente que el nacionalismo no desgobierne Galicia, la única papeleta es la del Partido Popular de Galicia”.
La amnistía mientras, desterrada de los mítines de Feijóo, la utiliza ahora Sánchez, “lo malo no es que Feijóo se haya autoenmendado, lo malo es el odio que ha derramado durante estos últimos cinco meses. El PSOE, que pide a los gallegos que voten como las elecciones generales, recurre a su gran activo, a Zapatero, “nosotros somo siempre del sprint final”.
La izquierda acaricia el cambio, la palabra más repetida. “El cambio va a ser imparable”, asegura Ana Pontón, candidata del BNG.
Pero ara arrebatar la Xunta al Partido Popular necesitan una gran movilización, todos pisan el acelerador a dos días de la cita con las urnas.