Los precios del alquiler han bajado un 3,4% en Cataluña, un año después de que el Govern pusiese un tope de precios en las zonas tensionadas. Pero persiste la crisis de la vivienda porque se ha reducido la oferte, es decir, faltan casas. La bajada de precios en la ciudad es notable, según informa Quim García, Alejandro Oviedo y Andrea López Pastor.

En enero de 2024, el alquiler costaba 1.193 euros y ahora vale 1.117, un 6,4% menos. Pero este dato tiene una cara B. A lo largo de este año, el saldo de contratos de alquiler ha bajado un 21% en las zonas tensionadas. En las viviendas que llevan más tiempo con el alquiler limitado, los contratos han caído un 60%. Y en Barcelona un 80%.

En Cataluña, el alquiler de un piso de dos habitaciones ha aumentado más de un 40%. Un incremento más drástico en la ciudad condal, con un 62%. En esta comunidad se aplica, desde hace un año, la Ley de Vivienda, que pone tope al precio de los alquileres en las zonas tensionadas.

"Hemos conseguido bajar los precios en Cataluña y muy notablemente en Barcelona", señala la ministra de Vivienda, Isabel Rodríguez García. Una disminución de precios que conlleva menos oferta. Los caseros se están pasando del alquiler permanente al alquiler turístico, ya que escapa al control de precios.

"Somos la única ciudad de España que ha decidido eliminar la figura del piso turístico", afirma el alcalde de Barcelona, Jaume Collboni. Una medida que ayer avalaba el Tribunal Constitucional. Esta sentencia significa un obstáculo menos para el objetivo del consistorio, lo que podrá aumentar la oferta de vivienda para los que lo necesiten. Una cuarta parte de la oferta de alquiler permanente ha desaparecido.

Son casi 40.000 casas en alquiler menos que se están traspasando al alquiler temporal. Y está restringiéndose el mercado. Por cada casa, hay más de 300 inquilinos interesados a los que de poco les sirve que baje el precio si no hay oferta. La Associació de Promotors i Constructors d'Edificis de Catalunya (APCE) destaca que la declaración de 140 municipios catalanes como Zonas de Mercado Residencial Tenso (ZMRT) porque ha agravado el problema de acceso a la vivienda.

"Desde la APCE ya se alertó de que esta medida tendría efectos negativos sobre la oferta en alquiler, provocando una reducción del número de las viviendas presentes en el mercado y sin efectos significativos en cuanto a la reducción de precios", subrayan desde un comunicado. "No sólo se ha registrado una importante retirada de pisos en oferta de alquiler, si no que la práctica totalidad de los proyectos de 'build to rent' que estaban previstos hacer en Catalunya han acabado pasando a la venta", añaden.

El alcalde de Barcelona, Jaume Collboni, celebra la reducción del precio del alquiler en un 6,4%. “Vamos por el buen camino”, recalca. "Es un fracaso que alcaldes y alcaldesas y de otras comunidades autónomas gobernadas por la derecha quieren aplicar esta norma que está demostrando que da frutos positivos y no se les permite con una cuestión partidista", concluye el edil.

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