El percebe se ha consolidado como uno de los mariscos más demandados en época navideña. Es el alimento perfecto para las cenas y comidas familiares, pero su precio no es apto para el bolsillo de muchos, asentándose uno de los productos más caros de la cesta de Navidad. Como informa Nuria Fresneda en el video, uno de los factores que determinan el precio de este marisco es la arriesgada labor de los percebeiros, un oficio con unas condiciones extremas.
En plena temporada navideña, es más que usual encontrarnos el percebe a precios desorbitados en las pescaderías. El kilo de percebes puede llegar a alcanzar los 200 euros en temporada alta. Esto se debe, entre otras razones, al riesgo que supone para los percebeiros recolectar estos maricos.
El oficio de los percebeiros se posiciona como uno de los más arriesgados. En cada jornada laboral, los mariscadores se juegan la vida para traer a los comedores el mejor manjar: “Nosotros estamos para contarlo, hay gente que ya no lo cuenta, hay muchos compañeros que ya se fueron”, comenta Amador Vilela, presidente de la asociación de percebeiros en Muxía.
Las condiciones del mar influye por completo en la labor de estos trabajadores, que se enfrentan a un fuerte oleaje y condiciones meteorológicas extremas de manera muy frecuente: “Ya ves cómo se juegan la vida gente joven y también con 60 años, dando el callo”. El riesgo de ser arrastrado por el mar o embestido contra una roca está presente en toda la jornada de trabajo: “Hay que tener mucho cuidado, al mínimo fallo...”
Como explica el percebeiro más veterano de Muxía, José Manuel Sánchez, “el mar no puedes perderlo nunca de vista”. El mariscador lleva más de 50 años recolectando percebes: “Me podría haber jubilado el año pasado ya y todavía estoy aquí porque me gusta”.
Para poder recolectar los percebes que deja la marea baja en las costas del norte, hay que tener muchos reflejos y estar en buena forma. Es esencial la “agilidad para arrancar cuando te viene, ese no te espera ni te avisa (el mar)”. Los percebeiros se protegen como pueden de las embestidas de mar y son capaces de sumergirse en el océano en las peores condiciones con tal de acceder a una zona con más oferta de marisco.
Los acantilados de Muxía, en A Coruña, son de los más cotizados por los percebeiros en esta época del año. La zona de A Virxe da Barca se encuentra reservada para ellos en la campaña de Navidad. Aun así, se han establecido una serie de normas para no abusar del género y evitar la competencia entre ellos: solo se les permite recoger un máximo de siete kilogramos al día por persona.
Tras recolectar los percebes, los mariscadores los subastan en la lonja. El temporal y los avisos en el mar por viento y oleaje condicionarán este año el precio de los percebes, que se verá ligeramente aumentado dado el riesgo que supone para los percebeiros traer el género a nuestros supermercados.
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