La reconstrucción de las zonas afectadas será la segunda fase en la gestión de la crisis por la DANA. Según informa Cristina Montalvo, harían falta 4.000 trabajadores del sector de la construcción. Las patronales advierten que los problemas para encontrar mano de obra amenazan con esas labores.
La Federación valenciana -que agrupa a las empresas que contratan las obras públicas con la Administración- ha puesto cifras a las necesidades: harían falta 4.000 trabajadores extra para reconstruir medio millar de carreteras, innumerables puentes las líneas de cercanías y metro, entre otros.
La reclamación de mano de obra para ayudar en las zonas afectadas por la DANA se suma a la que ya desde hace tiempo denuncia el sector. Antes de esta tragedia, ya hacían falta 30.000 trabajadores de la construcción para atender los proyectos de los fondos europeos y del plan de vivienda. De momento, lo que se está haciendo es priorizar los recursos.
En la Comunidad Valenciana, las empresas están parando obras que estaban en marcha para dar una primera respuesta con trabajadores y maquinaria en esta fase paliativa. Para la siguiente, la reactiva, habrá que aumentar el número de trabajadores del sector y las empresas se fijan en varios colectivos: los jóvenes y las mujeres.
El objetivo es coger a los que se hayan quedado sin trabajo físico porque aseguran que el trabajo ya no es tan duro, como lo era antes del estallido de la burbuja y que está mucho más tecnificada, por lo que puede ser una opción atractiva. El Gobierno ya ha previsto 50 millones para contratar a personal para las labores de reconstrucción a personas del sector agrario que no puedan trabajar por los efectos de la DANA.
De momento, hay convenios preparados para facilitar la llegada de trabajadores formados y con cualificación de otros países, sobre todo africanos. Piden al Ejecutivo que agilice los trámites para poder firmar estos acuerdos, ya que consideran que sería una forma inmediata de contar con esa mano de obra. Así, plantean que, con estas necesidades, puedan regresar al sector de la construcción los trabajadores que lo abandonaron tras la crisis del ladrillo. Plantean que se mantengan abiertas todas las opciones para que la mano de obra no sea un obstáculo para la reconstrucción.
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