El Gobierno ha puesto encima de la mesa las bajas laborales flexibles. Según informa Rebeca Gimeno en el vídeo, la ministra de Inclusión, Seguridad Social y Migraciones, Elma Saiz, ha anunciado que convocará a los agentes sociales para proponerles que quien esté de baja, y así lo desee, pueda trabajar parcialmente.
La ministra ha planteado que, gracias a los avances médicos y a la tecnología, hay personas que, por ejemplo, están saliendo de un proceso de tratamiento de cáncer "que quizás, desde la voluntariedad y, por supuesto, desde la garantía de su salud, puedan incorporarse a trabajar".
La idea, ha dicho la ministra, es modificar la regulación para hacerla más flexible, como se ha hecho con la compatibilidad de trabajo y pensión en el último acuerdo de pensiones, ya que en ese aspecto la regulación que existía "era muy abrupta" y "o eras trabajador o eras pensionista".
"Hemos hecho que ese tránsito, desde la voluntariedad, pueda ser más flexible. Lo mismo en la incapacidad temporal", ha señalado la ministra, que ha indicado que, con la regulación actual de la IT, "o se está de baja o se está de alta".
La propuesta de la ministra no ha tardado en levantar la polémica. La ministra de Trabajo, Yolanda Díaz, compañera en el consejo de ministros, ha reaccionado en la red social X mostrándose en contra de la medida, "ni flexibilidad, ni parcialidad, con la salud no se juega".
Según explica Rebeca Gimeno en Noticias Cuatro, la propuesta arranca regular con la división dentro del mismo Gobierno. Por otro lado, los sindicatos creen que la propuesta es "chocante" y los empresarios, están abiertos a estudiarla. La titular de Seguridad Social insistía en la idea de cambios por consenso.
La idea de una especie de baja a tiempo parcial y no a jornada completa, supone un cambio de mentalidad total porque, hasta ahora, o estás de baja o estás trabajando. Podríamos pensar en un trabajador terminando una rehabilitación o en recuperación de una enfermedad: ¿querría teletrabajar unas horas o incorporarse poco a poco? Eso ahora no es posible. El miedo que se plantea es que, aunque sería voluntario para el trabajador, luego no sea tan "voluntario".
Esta idea se plantea, según explica Rebeca Gimeno, porque estamos en máximos de personas en situación de incapacidad temporal, por dos motivos: accidente en el trabajo o enfermedad común. Estas últimas representan el 90% del total. Nunca habíamos tenido tantas personas de baja: la tasa alcanza al 4,1% de los ocupados, lo que se traduce en horas de absentismo y nos arroja esta media: 1 millón de trabajadores se ausentó de su puesto cada día el año pasado debido a una baja temporal.
Este crecimiento se debe a muchos factores: condiciones del trabajo, contexto social y cultural, saturación de sanidad, envejecimiento de la población o la incidencia de nuevas patologías como salud mental. No hay un solo motivo, pero España es uno de los países europeos donde más han crecido las bajas y donde más dinero se destina a cubrirlas: 14.000 millones de euros de gasto en 2023, casi el doble que hace cinco años.
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