Bruselas pone el foco en los falsos becarios. La Comisión Europea lanza unas recomendaciones a los países miembros para unificar y mejorar las condiciones de los jóvenes. El objetivo es fijar un suelo legal que distinga las prácticas formativas de las relaciones laborales formales, según informa en el vídeo Ana Martín.
Carolina lleva dos semanas haciendo prácticas en un despacho de abogados. Su trabajo no está remunerado pero está dada de alta y le abonan las dietas y los desplazamientos. “Un inicio con gente tan preparada, como me ha pasado a mí, lo agradezco y te ayuda bastante”, señala. “Al final, aunque estén aprendiendo y formándose, lo que no se puede es prescindir de sus derechos laborales”, apunta Vicente Tovar, propietario del Despacho de abogados donde trabaja Carolina.
Muchos jóvenes comienzan sus prácticas sin ningún tipo de ayuda ni remuneración. “No te ayudan a compaginar con las clases” o “Te dicen que te pagan con la experiencia pero esto no justifica que te tengas que ir a 20 minutos de tu casa y coger un autobús” son algunas de las frases más escuchadas entre aquellos que realizan prácticas. Bruselas es clara y señala la necesidad de que tengan unas condiciones dignas durante su aprendizaje, una petición que comparten los empresarios.
“Entendemos que la figura de los becarios es determinante. No solo en los centros de investigación en las universidades, sino también en las empresas. Es el puente para que puedan acceder a un trabajo”, señala Javier González de Lara, presidente de ‘CEA’. Así, se busca un estatuto regulado, remuneración, protección social y una clara duración de las prácticas para que puedan completar su formación.