La influencia de las heridas de la infancia en nuestro carácter: "Te acabas hablando como te hablaron"

Las heridas de la infancia influyen de lleno en nuestra forma de actuar y ver la vida a una edad avanzada. Nuestro carácter, actitud, sensibilidad y forma de afrontar las situaciones están directamente marcadas por todo lo vivido en nuestros primeros años. Según informa Aldara Martitegui en el video, la psicóloga Elisenda Pascual enseña en su nuevo libro, ‘Amor de piel adentro’, nuevas formas de introspección para reconectar con nuestra verdadera esencia y personalidad. 

Amor de piel adentro. El arte de revisar patrones para quererse bien’ nace como “una propuesta para que descubramos cuál es nuestro principal obstáculo a la hora de ser las protagonistas de nuestra propia vida”, según se puede leer en su propria sinopsis. Elisenda Pascual, divulgadora y psicóloga, escribe este libro de autoayuda con el corazón dolido, pero con el fin de poder ayudar a sus lectores y pacientes a escribir su propia historia y reconocer patrones dañinos adquiridos en la infancia. 

Muchos patrones de vida se forjan en nuestra primerísima infancia

Los primeros años de vida son más importantes de lo que creemos, “toda la psicopatía adulta tiene un origen en las estructuras del carácter, que es la infancia”, según explica la autora. La realidad es que “hay muchos patrones de vida, que parece mentira, se forjaron en nuestra primerísima infancia”. 

Los primeros años pueden estar marcados por diversas complicaciones y carencias afectivas por parte de los progenitores, causando lo que la psicóloga califica como “el trauma del desarrollo”. Este se forja a través de “pequeñas negligencias de afecto, pequeños abandonos emocionales” que se acaban “transformando a veces en esa herida de desarrollo que termina convirtiéndose en tu propia voz. Te acabas hablando como te hablaron. Por eso siempre decimos: ‘Yo no quería ser de esta manera’”. 

Reconocer las heridas de la infancia es fundamental para comenzar a sanar

Esta herida de desarrollo se ve reflejada en nuestra edad adulta en la manera en la que actuamos, afrontamos los problemas, tratamos a nuestros seres queridos y nos queremos a nosotros mismos. Reconocer la herida de la infancia es el primer paso para sanar desde dentro: “Cuando nosotras como personas nos revisamos cómo nos hablamos, la vida cambia. En consulta ves personas que de repente empiezan a tener éxito en su vida profesional, éxito en su vida sentimental, la crianza les deja de ser una carga”. 

Esto “tiene una repercusión en cómo tratan a sus parejas, a sus familias, a sus hijos y a sus hijas”. La psicóloga considera que es fundamental hacer este proceso antes de tener hijos: “Yo siempre digo que tener hijos es un espejo a tu propia infancia porque te pone delante aquellas partes tuyas internas que tal vez no tienes del todo ubicadas porque no hemos tenido tiempo de pararnos a revisar lo que hemos sido o que por generación no era un tema que habitualmente se hablara”. 

En ‘Amor de piel adentro’, Elisenda Pascual se sumerge también en un proceso personal con el último fin de ayudar a través de sus páginas a encontrar el camino para dejar de sufrir y amar en plenitud.  

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