Sobre esta ciudad española recae la peor profecía de Nostradamus

Michel de Nôtre-Dame, más conocido como Nostradamus, es una de las figuras más prominentes y enigmáticas de la historia de la humanidad. Sus profecías, recogidas en el libro "Les Prophéties", han sido interpretadas y reinterpretadas durante siglos, generando enconados debates sobre su precisión y significado. 

Aunque muchas de sus predicciones se pueden considerar demasiado vagas y abiertas a múltiples interpretaciones, existen cuartetas que hacen referencia a lugares mucho más específicos, incluidas ciudades de España. Entre ellas, Barcelona parece ser objeto de una de las predicciones más sombrías.

Las profecías de Nostradamus sobre Barcelona

Barcelona aparece mencionada en varias cuartetas de Nostradamus, asociada a escenarios de asedio, guerra y destrucción. Una de las más conocidas es la Centuria I, cuarteta LXXIII:

"Francia tiene cinco partes por negligencia asediadas,

Túnez, Argel acometidas por Persas:

León, Sevilla, Barcelona caída.

No tendrá la flota por los Venecianos."

Esta cuarteta describe un contexto de conflicto internacional en el que Barcelona, junto con otras ciudades como León y Sevilla, cae en desgracia. Aunque el lenguaje es críptico, algunos interpretan que podría referirse a una invasión extranjera o un colapso debido a guerras internas.

Otra mención a la ciudad catalana se encuentra en la Centuria VI, cuarteta LVI:

"La temida armada del enemigo Narbón,

Amedrentará muy mucho a las Respéricas:

Perpiñán vaciado por el ciego Darbón,

Entonces Barcelona por mar dará las picas."

En esta cuarteta, Nostradamus describe una amenaza marítima que afectaría a Barcelona. Los estudiosos especulan que podría hacer alusión a una invasión naval, aprovechando la posición estratégica de la ciudad como puerto en el Mediterráneo.

El contexto histórico: Barcelona en el siglo XVI

Para comprender las menciones a Barcelona en las profecías de Nostradamus, es importante tener en cuenta el contexto histórico de la ciudad en el su tiempo, el siglo XVI. En ese periodo, Barcelona era un puerto de gran relevancia en el comercio y las rutas marítimas europeas, además de un punto estratégico en las tensiones entre las potencias mediterráneas.

Las guerras entre imperios, los conflictos religiosos y las luchas por el control del comercio hacían de Barcelona un objetivo potencial para ataques e invasiones. Esto podría explicar por qué Nostradamus la incluye en escenarios de conflicto en sus cuartetas. Más que una predicción del futuro, podría tratarse de una reflexión sobre la importancia geopolítica que esta ciudad tuvo en su época.

Interpretaciones modernas: entre lo literal y lo metafórico

La ambigüedad en las profecías de Nostradamus ha dado lugar a un sinfín de interpretaciones modernas. Algunos expertos señalan que su lenguaje poético y alegórico permite lecturas adaptadas a casi cualquier época o evento histórico. En el caso de Barcelona, las referencias a asedios y ataques marítimos podrían aplicarse a eventos pasados o utilizarse como advertencias genéricas sobre la vulnerabilidad de la ciudad.

Otros consideran que estas cuartetas tienen un carácter simbólico. Según esta interpretación, cuando habla de Barcelona podría referirse no solo una ciudad específica, sino también a un lugar de poder y relevancia que se enfrenta los retos de su tiempo. En el caso de esta ciudad, la idea de una profecía oscura ha conseguido capturar la imaginación de muchos, especialmente en un contexto moderno en el que los desafíos geopolíticos y climáticos parecen poner en peligro la estabilidad de las ciudades costeras.

¿Debería preocuparse Barcelona?

A pesar de las interpretaciones alarmantes, la realidad es que las predicciones de Nostradamus carecen de bases científicas. Las menciones a Barcelona reflejan más el contexto histórico en el que fueron escritas las cuartetas que una visión concreta del futuro.

Además, los estudiosos de Nostradamus insisten en que sus escritos no deben tomarse literalmente. Su obra es, en esencia, una colección de reflexiones poéticas que invitan a la interpretación, más que un catálogo de eventos predestinados. Aunque las profecías sugieren escenarios inquietantes, su ambigüedad y falta de precisión las relegan al ámbito de la especulación.

Lo que es innegable es que la obra de Nostradamus sigue siendo una fuente inagotable de interés y debate, alimentando nuestra curiosidad por lo desconocido. En el caso de Barcelona, la "peor profecía" no es más que una invitación a reflexionar sobre la historia y el simbolismo de una de las ciudades más importantes de España.