“Rompí mi pasaporte como un acto simbólico”, nos cuenta Gioconda Belli, harta de la represión del presidente Daniel Ortega. La escritora nicaragüense, que en su día participó activamente en la revolución sandinista, está exiliada en Madrid desde 2022. Obtuvo la nacionalidad española este mismo año.
Y entre Nicaragua y España está ambientada ‘Un silencio lleno de murmullos’ (Seix Barral), una emocionante novela sobre la zozobra de los secretos familiares y sobre los costes personales del compromiso político para una madre y su hija.
“Cualquier persona que entre en la lucha política termina por desilusionarse. Nunca es como uno se imagina”, se lamenta Gioconda Belli. Pero cree que -como Sísifo- merece la pena seguir acarreando la piedra montaña arriba. “Estas luchas dan sentido a la vida”, apostilla.
Gioconda Belli escribe desde su propia experiencia como madre y como militante que ha vivido el auge y la caída del sueño revolucionario sandinista. “Los hijos de quienes nos involucramos en la revolución sufrían una suerte de abandono. El de los padres se aceptaba. Otra cosa pasaba con las madres. Esa ausencia materna cargaba a ambas partes con un nivel de reproche y culpabilidad muy doloroso. He pensado en mis hijas escribiendo esta novela”, explica la autora.
Valeria, la madre de la novela, hizo grandes sacrificios como protagonista activa de los cambios políticos de su país, Nicaragua. Tras su muerte en Madrid, en plena soledad, le corresponde a su hija Penélope viajar a España y ocuparse de sus bienes materiales. Rodeada de las pertenencias de una madre que siempre sintió ausente, Penélope resolverá incógnitas inesperadas y conocerá la apasionante vida de una mujer marcada por triunfos y derrotas, la clandestinidad y las vicisitudes del amor.
“Porque solo estar vivo es una maravilla. La vida es extraordinaria, no puede andar uno quejándose”, finaliza Gioconda Belli.
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