La fiebre de los festivales y los conciertos provoca quejas entre los vecinos. Las más conocidas son las denuncias de los residentes que viven cerca del Estadio Santiago Bernabéu, quienes aseguran vivir un infierno y que consiguieron que cancelasen los conciertos de momento. Pero no son los únicos. En la puerta de la Caja Mágica, donde hubo música electrónica el pasado sábado por su octava edición, varias personas se aglutinaron para comentar la odisea que están padeciendo. Y es que la música en directo vive su momento de oro, según informa Hugo Domínguez.
“Es insostenible, no se puede aguantar”, dice Mayte. Su queja es la misma que la de aquellos que duermen próximos al Santiago Bernabéu, donde han conseguido paralizar los conciertos. El ruido de los conciertos y los festivales continúa levantando la polémica. En la red social X, muchos de ellos denuncian el poco impacto que tienen sus sugerencias frente a las personas que viven próximo al estadio.
El festival de la Caja Mágica está ubicado entre los barrios de San Fermín y Orcasur. Se trata de un espacio que acoge espectáculos deportivos, culturales y corporativos. Este último evento lo desmontaron esta tarde los operarios, pero los vecinos se agrupan en la puerta para exigir lo mismo que en el Bernabéu: que acaben los ruidos. "Yo estaba en el sillón de mi casa y se movía por la música", dice una mujer. Y es que el sonido llegaba a los domicilios ubicados a cinco kilómetros de la zona.
Los organizadores del último festival se adelantaron y colocaron un cartel en las puertas donde se comprometen a hacer mediciones del sonido e incluso entrar en las casas para mirarlo. "Todos necesitamos descansar y lo menos que podemos pedir es poder hacerlo en casa", dice otra residente. Es una situación similar a la de Enrique, quien vive cerca del Parque del Fórum (Barcelona) donde se reúnen 300.000 personas para el Primavera Sound. "Pedimos que finalicen a las 23:00 horas de la noche", explica.
Con el boom de los festivales, el descontento se extiende por el país con personas como Isabel, quien sostiene que lo escucha todo desde su ventana. En junio de este año, la Asociación Vecinal de San Fermín presentó un Plan Efectivo con demandas para parar el ruido, los problemas de movilidad y la suciedad con la que se encuentran una vez finalizados los eventos musicales. El Defensor del Pueblo pidió al Consistorio ya en 2021 que minimizara el impacto de futuros conciertos y propuso una vía de comunicación entre los residentes y el ayuntamiento. Porque, señalan, que su objetivo es apagar ese ruido que no les deja dormir.
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