Una visita privada al Palacio Real: dónde escuchaban música o jugaban al billar

  • El conservador del Palacio muestra a Noticias Cuatro las estancias donde los reyes pasaban gran parte del año

  • El Palacio Real de Madrid es el más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo

  • El estilo del Palacio se configura a partir de los gustos de los monarcas que lo habitaron

En Noticias Cuatro hemos tenido el privilegio de realizar una visita privada al Palacio Real, recorriendo sus estancias de la mano de su conservador, Mario Mateos. Él nos ha mostrado estancias como el salón del trono y el de columnas, escenario de acontecimientos históricos. Pero también a las salas donde los reyes jugaban al billar o fumaban, o donde escuchaban y tocaban música.

El Palacio Real de Madrid es el más grande de Europa Occidental y uno de los más grandes del mundo. Sus más de 135 000 metros cuadrados y 3.418 habitaciones han sido testigos de siglos de la historia de España. Es una de las pocas residencias oficiales de Jefes de Estado que está abierta al público. Casi 2 millones de visitantes vienen cada año a descubrir sus rincones, sus obras de arte y sus tesoros únicos en el mundo.

El estilo del Palacio se configura a partir de los gustos de los monarcas que lo habitaron.

El cuarto del rey Carlos III, que abarca los aposentos del Rey Ilustrado y uno de los más importantes para la ciudad de Madrid, conserva toda la decoración dirigida por Sabatini, uniforme en toda la planta principal.

El Salón del Trono y la Cámara llamada de Gasparini constituyen los conjuntos más representativos del gusto de Carlos III, apegado al estilo rococó en su versión italiana más exuberante. A Carlos IV se deben importantes conjuntos neoclásicos y piezas de mobiliario francés y a Fernando VII, la apabullante colección de arañas francesas en bronce y cristal. La última renovación decorativa a la que responde el estado histórico actual de la decoración se debe a Alfonso XII en 1879.

A lo largo de la fachada de Oriente se extienden los aposentos de Carlos IV y María Luisa, donde han habitado los sucesivos soberanos hasta 1931.

La Real Armería, la más importante colección europea junto con la de Viena, ambas debidas a los Habsburgo, fue instalada junto al Alcázar por Felipe II y transferida al pabellón actual en 1891. Sin duda es uno de los tesoros mejor guardados y de las salas más visitadas.