El mundo del cómic se gana un hueco en el sector: "Hace 20 años no le interesaba a nadie"
El cómic más vendido hasta ahora es ‘Blacksad’ con casi 300 ejemplares cuando lo habitual son unos 30
El éxito de los cómics se debe al trabajo de los distribuidores, editores y los autores
Los profesionales del sector denuncian que muchos no pueden vivir de su trabajo
Los cómics se han ganado su sitio en el sector. “Este mundo sigue vendiendo. Tenemos gran número de clientes habituales. El público de este formato es muy fiel”, confiesa Ramón Díaz, un librero en ‘Generación X’. Y para resolver la duda de los más curiosos, el más vendido ahora se llama ‘Blacksad’.
“Entre semana pueden venir 100 o 200 personas a comprar un cómic y en fin de semana pueden pasar 400 a la semana”, explica Díaz. Un éxito que se ha cosechado gracias al trabajo de los distribuidores, editores y la parte más importante: los autores.
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“Somos los que menos cobramos”, dice un ilustrador
Comics de manga, de superhéroes, bélicos y románticos son algunos de los tipos que nos podemos encontrar cuando vamos a una tienda. El más vendido hasta ahora es ‘Blacksad’, con casi 300 ejemplares cuando lo normal son unos 30. Lejos de desaparecer este mundo, se ha hecho un hueco. “Hace 20 años no estaríamos hablando de cómics porque no interesaba a nadie”, dice Ramón Díaz, donde su librería puede llegar a duplicar sus ventas en fin de semana. Lamentablemente, el éxito de los cómics no está ligado al que tienen los distribuidores, editores y autores.
“Somos los que menos cobramos. En el mejor de los casos del 8 al 10% mientras mi editor más del 20%”, explica Jorge González, ilustrador. Muchos de ellos incluso no pueden vivir de este formato. "Alguno trabajaba de camarero o de carpintero con 40 horas sin dormir", explica González. Un ejemplo fue él mismo, quien vendió su obra por 30.000 euros en Francia frente a los 3.000 o 4.000 que le daban en España. El sector asegura que trabaja por vocación pero creen que es triste que no se aprecie su talento y piden que se acabe la precariedad.