Una parte importante del día a día de los políticos es hablar en público y pasar tanto tiempo haciéndolo hace que no siempre acierten con sus palabras, dando lugar a momentos hilarantes, pero también que dejen muchas frases para el recuerdo. Puede ser por resultar épicas, por el momento histórico en el que se pronuncia, por ser graciosas o por lo acertado de lo que se expresa, todos los motivos son adecuados si el resultado es una frase que pasa a la historia y es recordada y repetida durante mucho tiempo.
Muchas personas seguramente pronuncien alguna de estas frases sin ser conscientes de su origen, porque algunas de ellas ya forman parte de la cultura popular. Algunas fueron todo un boom en su momento y con el tiempo pasaron a formar parte de los recuerdos de todos, guardadas en una cajita hasta que encontramos el momento de que salgan de nuevo a la luz; otras no son tan conocidas, pero bien merece la pena recordarlas de vez en cuando.
“Puedo prometer y prometo”, decía el entonces candidato a la presidencia Adolfo Suárez en 1977, una anáfora que se convirtió en una de las frases más sonadas.
“España va bien”, a lo largo de su carrera política, José María Aznar dejó grandes momentos y grandes frases, como esta que pronunció en 1997.
“El dinero público no es de nadie”, decía Carmen Calvo en 2004 durante una entrevista.
“Tenemos que lograr unir el mundo para salvar la Tierra. La Tierra no pertenece a nadie, salvo al viento”, hay frases que son más profundas que otras, también un poco místicas, como esta, pronunciada por José Luis Rodríguez Zapatero en 2009 en plena Cumbre del Clima en Dinamarca.
“La hegemonía se mueve en la tensión entre el núcleo irradiador y la seducción de los sectores aliados laterales”, si hablamos de frases grandilocuentes, esta de Íñigo Errejón merece formar parte de la lista. Puede que no sea la más recordada, pero recordarla merece la pena.
“¡Váyanse a la mierda!”, podría ser una frase pronunciada en cualquier conversación, pero José Antonio Labordeta se la dedicó a los diputados del PP que no dejaban de interrumpirle en el parlamento en 2003.
“¡Manda huevos!”, decía Federico Trillo en 1997 mientras presidía el Congreso, sin intención de que se escuchara esta expresión que le salió ‘del alma’.
“Relaxing cup of café con leche in Plaza Mayor”. Ana Botella presentaba la candidatura de Madrid como posible sede olímpica y mostraba sus dotes con el inglés. El tono empleado hizo que las bromas no faltaran.
Mención especial merece Mariano Rajoy, experto en dejar para el recuerdo frases memorables por, en ocasiones, rozar el absurdo. Suyas son: