Es posible que alguna vez hayamos vivido en nuestras propias carnes alguna experiencia paranormal. O en caso contrario, que nos la hayan contado y a priori hayamos pensado que no es así. No obstante, son muchas las personas que han vivido una, como es el caso de algunos de nuestros invitados de este lunes en 'Martínez y Hermanos'. Esperansa Grasia, en concreto, ha contado algo que le ocurrió cuanto menos sorprendente.
"Estaba en la cama y escuché como un sonido o gemido que no sabría identificar. No sabía si era de hombre o mujer, pero parecía el típico adolescente que le está cambiando la voz. Pensé que era algún borracho que había en la calle. Cuando me asomé no vi nada, porque estábamos en cuarentena", describía la influencer. Posteriormente cuenta que encendió la tele y se puso 'La que se avecina'.
"Se me apareció una mano, me encendió y me apagó la luz y mientras se ríe se fue por el pasillo", añadía. En ese momento, Dani Martínez intentaba restarle importancia preguntándole si no sería Amador, de 'La que se avecina'. "Te juro que pensé que era mi hermano, que me estaba gastando una broma. Porque yo lo vi y lo escuché. Se me encendió la luz y vi la mano. No me ha vuelto a pasar nada más, pero estuve cuatro meses sin poder dormir", confesaba Esperansa en 'Martínez y Hermanos'.
Por su parte, Lali ha contado también algo que le ocurrió cuando tenía cuatro años bastante enigmático. Y es que la cantante se encontraba en su casa de la infancia, concretamente en la de sus abuelos, junto a sus otros dos hermanos. "Estábamos jugando y cuando subimos al piso de arriba, al lado de la cornisa, se escuchó un grito que retumbó en la casa llamando a mi hermano", cuenta Lali.
Cuando bajó junto a sus dos hermanos, su padre (el hijo de su abuelo) estaba llorando tras escuchar esa voz. Al parecer, esa voz apareció porque ella -junto a sus hermanos- estaban corriendo serio peligro en la terraza y les hizo bajar. Es más, cuando subieron arriba de nuevo, había una serie de sillas puestas para que no ocurriera nada ni les pasase nada a Lali y sus hermanos.
Pero la cosa no se queda ahí: "Una amiga de mi madre que sentía las energías y sabía de eso entró a casa una vez y le dijo a mi madre que su suegro estaba allí, enfrente".