Raquel se ha presentado en Valencia aunque su hija Noemí no quería que fuera. Le parecía un momento perfecto para irse sola con sus amigas Alba Carrillo y Estela Grande, pero su madre se plantó en el hotel sin avisar. Intentó pasar desapercibida, pero Noemí la vio al momento. Subieron a su habitación y allí Raquel acabó escondida debajo de la cama en un intento de que las Pijitanas no descubrieran su presencia… No sirvió para nada: la pillaron.
Todo este episodio enfrió la relación entre madre e hija, que se sentían más distantes que nunca. Por eso se reunieron a solas para hablar y decirse todo lo que pensaban. Raquel se había puesto celosa por la relación de Noemí con sus amigas: tenía miedo de que la desplazaran en la vida de su hija y también de que acabaran cambiándola. La aludida le quitó esas ideas de la cabeza: como amigas son muy distintas y cada una acepta la personalidad de las otras sin querer influir en ella. Además, le dejó bien claro a su madre que es una de las personas más importantes de su vida y que jamás nadie va a poder ocupar su lugar.
Tras la charla, Raquel se mostró más tranquila y confiada y ambas decidieron pasar juntas el último día en Valencia. Se fueron a tomar y a tomarse unos daikiris, un descubrimiento que hizo Noemí la noche anterior y que le encantó.
Tras una noche de juerga, las tres Pijitanas acabaron al día siguiente tiradas en las hamacas de la piscina con algo de resaca. Noemí le preguntó a sus amigas que quién de ellas se había puesto a depilarse después de llegar de fiesta, porque había escuchado un ruido como de maquinilla… Estela y Alba negaron haber sido ellas, pero la verdad pronto salió a la luz: el ruido que Noemí había escuchado no era de ninguna máquina de depilar… ¡sino de un Satisfyer, el famoso succionador de clítoris! ¡Estela lo había utilizado al volver a casa! Noemí se escandalizó.