La vida de los Jiménez ha dado un giro radical. La Rebe no acudió a la fiesta de aniversario de Dani y Marisol porque se reconcilió con Jose y decidió hacer una locura por amor: irse a vivir a Tenerife con su chico sin decírselo a nadie. Pero toda decisión tiene sus consecuencias…
Sus padres están tremendamente preocupados por la Rebe y ella, ya en Tenerife, está viviendo los primeros problemas en el paraíso De entrada, la casa de Jose no le gustó nada… Todo empezó bien: la Rebe entró al que iba a ser su nuevo hogar muy ilusionada e impresionada por los globos y la cena que la estaban esperando. Pero a medida que recorría la casa solo encontraba problemas y la sonrisa se transformó en decepción: solo había una habitación, no tenían bañera y la cocina parecía “de Pin y Pon”.
Todos estos comentarios no le sentaron muy bien a Jose y la gota que colmó el vaso llegó cuando la Rebe le propuso buscar otra casa en la que los tres (ellos dos y su hijo) estuvieran más cómodos.
Tras ver varios pisos, la Rebe y Jose encontraron uno que podría ser perfecto para ellos. Bonito, amueblado, con varias habitaciones y unas vistas totalmente espectaculares de la isla de Tenerife.
Mientras, los padres de la Rebe seguían en la península muy preocupados por su hija, que todavía no ha hablado con ellos…