Toñi Salazar tiene mucho miedo a los espacios cerrados. Hace un tiempo se quedó encerada en un ascensor con mucha gente y desde ese momento les cogió pavor. Ha venido a ‘Los miedos de…’ a intentar superar esa claustrofobia, para lo que ha tenido que enfrentarse a varias pruebas que le han puesto al límite.
La primera parada de su viaje le ha parecido un reto casi imposible de superar. Acompañada de una unidad de policías, debida bajar por una estrecha alcantarilla hasta el subsuelo. Todo ello, ataviada con ropa especial para poder hacer el descenso de la forma más segura posible.
Toñi Salazar estaba acompañada de su hermano Juan, que pronto tendría que enfrentarse también a su miedo a las aves. Pero ahora era el turno de ella.
La artista bajó por la alcantarilla, pero al llegar abajo el miedo pudo con ella. No quiso avanzar por los túneles del subsuelo y pidió que la subieran en medio de un ataque de pánico. “No puedo, no puedo! ¡Parad!”, pidió. Al volver a la superficie explicó que le había dado un ataque de pánico: “Solamente es pensarlo y creo que se me va a parar el corazón”, añadió.
La segunda parada del reto de Toñi la llevó directa a su mayor temor: un ascensor. Al principio no quería entrar y cuando vio que se paraba entre dos plantas tuvo que hacer un gran esfuerzo para controlarse. Pero el apoyo de Juan y de la psicóloga que la acompañaba la ayudó a dar un paso adelante y a quitarse gran parte de sus temores.