Javier Escorihuela es Capitán del Ejército del Aire y ha estado desplazado en Afganistán para realizar labores de rescate. En ‘Horizonte’ nos ha contado la primera impresión que recibió nada más bajar del avión, cuando vio riadas de gente subiendo a los aviones. Ellos tenían que identificar a las personas que iban a evacuar y no siempre era fácil así que elaboraron una serie de códigos.
“Nos inventamos códigos para intentar localizarlos”, decía Escorihuela. Primero empezaron con colores, en muchas ocasiones el rojo y el amarillo, pero pronto tuvieron que cambiarlo dado que otras personas copiaban esos códigos para poder subir a ese avión.
Al final, nos ha mostrado los whatsapps que se intercambiaban con ellos en los que vemos cómo utilizaban fotos de su posicionamiento y de la propia persona.
Pero además, Javier nos contaba que el último día, cuando quedaba poco tiempo, vio la oportunidad de sacar a más gente pero hubo un aviso de un artefacto explosivo. Salieron para avisar a los compañeros pero luego no pudieron hacer nada más: “Al final, perdimos el contacto con la familia”.
Las talibanes quisieron que Kabir se uniera a ellos y él decidió huir. Sin embargo, su marcha de Afganistán se convirtió en una pesadilla en la que vivió momentos límites: "Vi gente muerta, congelada, que aún tenía agarrada su maleta. Habían quedado solamente los huesos”.