Alejandra Andrade ha podido hablar con Carola y Marina, dos exadictas al fentanilo legal que nos cuentan en 'Fuera de Cobertura' su historia y cómo llegaron a engancharse.

Carola es la primera en explicarnos su relación con el Fentanilo, que se remonta a su última operación de espalda: "Me caí con 11 años patinando, me rompí el coxis, desde los 11 años hasta los 18 paso porun montón de tratamientos médicos y cuando me quitan el coxis a los 18 años ya no tengo solo el dolor de la caída, se crea un dolor nuevo, el dolor neuropático que es absolutamente desquiciante, que te quita las ganas de vivir y ese dolor hay que tratarlo".

Para tratar este dolor le recetan fentanilo y le van subiendo las dosis porque ella las demandaba: "Yo las demandaba sin saber, sabía que me dejaba de hacer efecto. Un día despierto en una ambulancia porque había tenido una sobredosis de opioides, mi relación con ellos es que los necesito". "Cuando has sido adicta sabes que esto lo necesitas, pero lo tienes que utilizar con cautela", dice ella, además cuenta los efectos que tiene el fentanilo.

Pero este no es el único testimonio, Marina cuenta que se enganchó al fentanilo después de pasar por dolores muy fuertes de riñones y cólicos repetitivos y que le tratasen con este opioide: "Nadie me explicó nada, yo lo tomé como si fuera un analgésico normal". Este mujer cuenta que el fentanilo le prudcía "euforia, bienestar" cuando lo tomaba y que se da cuenta que no le sienta bien cuando empeiza a tener vómitos, convulsiones, pérdidas de conomiento y le hacían pruebas en las que no le encontraban nada y me ponía el parche y automáticamente desaparecían todos mis dolores, estaba que no podía moverme de la cama".

Marina se rompe al contar este momento de su vida y cómo se dio cuenta de que era una adicta: "Digo: 'no puede ser', ¿cómo es posible que sea una adicta si me lo ha puesto un médico? Si nadie me ha dicho que tiene estos efectos y cada vez me han puesto más. Soy una 'yonqui' legal, a fecha de hoy no estoy curada, el día que acabe mi tratamiento, ¿quién me dice que no me vaya a convertir en una 'yonqui' callejera? Espero tener fuerza sufiente para que no me ocurra, no me lo puede asegurar nadie y da mucho miedo. Esto no me lo he buscado, me lo han generado y nadie me dijo que esto creaba una adicción".