“He sido un balilla, no me he querido comprometer con nada”, “Mi sueño seria hacer un trío”, han sido dos de las perlitas con la que hemos conocido a Víctor. Un joven inquieto que tiene dos teorías claras en el mundo del amor y que ha conseguido dejar a Lidia y a Marina, su cita, sin palabras.
Víctor le ha explicado a Lidia que no se habla con ninguna de su ex, pero que él nunca ha sido infiel porque cuando lo era la relación ya estaba mal y él ya no lo considera infidelidad. Además, le ha explicado que no quería a una chica tan viva como él porque tiene la teoría de que para que una relación funcione tiene que haber uno débil y uno fuerte”. Dos teorías que no han convencido a Lidia, pero ante las que no ha querido profundizar.
Ni Víctor ni Marina se han sentido atraídos a primera vista, pero según se han ido conociendo la cita ha comenzado a ponerse interesante. Marina se ha sentido tentada a marcharse cuando ha sabido que a Víctor no le gustaban ni los gatos ni bailar “yo sin mi gato no vivo”, pero se lo ha pensado mejor y se ha llevado una sorpresa.
Víctor se ha mostrado muy interesado en conocer a Marina y no ha parado de preguntarle por sus gustos, aficiones, sus sentimientos… Incluso, le ha preguntado por cómo se sentía con su físico y es que él estaba deseando contarle su secreto. Le ha confesado que algún retoque estético se había hecho y le ha puesto a prueba “¿Qué me notas?”. Marina no sabía que decirle y se ha quedado muy sorprendida al saber que el chico con pelazo que tenía enfrente era calvo.