Sergio es de pueblo y mucho de pueblo, se dedica a cultivar verduras y hortalizas en Palenzuela (Palencia), de hecho, ha traído unos tomates de su cosecha para sorprender a su cita. En ‘First dates’, este agricultor ha conocido a Verónica, ella es de Astorga y es frutera. Y espera cantar bingo en el amor. Mientras que Sergio no tiene ningún prototipo, solo quiere que sea simpática y que no le dé dolores de cabeza.
La primera impresión ha sido buena sobre todo por parte de Sergio, en cambio, a Verónica no ha llamado mucho la atención su cita, “no era feo pero no sentí nada”, ha subrayado.
En la cena han hablado de todo, hasta le ha dado tiempo a Verónica a hacerle un test, quería saber si era más de gatos o perros (Sergio tiene ambos animales), y también le ha preguntado por el rojo o el azul. Pero esta pregunta tenía trampa, quería saber si era de rojos (de izquierdas) o de azules (de derechas). Él ha contestado que él es más de rojo… Algo que parece que a Verónica no le ha gustado en exceso.
El final de la cena ha subido un poco de temperatura, y es que han acabado hablando de sexo. ¿El lugar más raro donde han tenido una relación sexual? O si el tamaño importa. Aquí Verónica ha querido explayarse un poquito más, “el tamaño no importa, lo que importa es la puntita, lo de más que te entre toda”, ha sentenciado.
Y ha querido ser directa, “hay gente que dice ‘yo tengo que hacer de todo en esta vida: montar en globo, que me den por culo y cosas así”, ha asegurado, pero Sergio no se ha querido mojar mucho más.