Manuel no era el hombre calvo que su sobrina soñó que conocería en ‘First Dates’, pero tenía más de dos cosas en común con su padre, el nombre y la profesión. Rafaela lleva años buscando a alguien como su padre para compartir la vida y puede que este pintor bohemio en algo se le parezca.
Manuel es un hombre bohemio con inquietudes infinitas que está soltero por las cosas de la vida, pero que quiere dejar de estarlo y busca a una mujer sobre todo culta. En ‘First Dates’ se ha cruzado con Rafaela, un soltera que ha venido al programa por la premonición de un familiar “Tengo una sobrina que ha soñado que venía a ‘First Dates’ y conocía a un hombre calvo que iba a ser el hombre de mi vida”.
Al ver a Manuel ha comprobado que no era el hombre calvo del sueño, pero ha tenido una buena sensación “Le he visto muy sonrojadito, la cara muy coloradita y he pensado que podía ser nórdico”. Algo que a él también le ha pasado
“Causalidad, todo tiene un por qué y un para qué”, es lo que ha asegurado Manuel al saber que el padre de Rafaela se llamaba Manuel como él. Y es que ambos están rodeados del nombre del otro. Manuel le ha contado que su padre y su hijo también se llamaban Rafael.
Manuel ha tomado las riendas de la conversación y a Rafaela le ha sido muy complicado intentar contarle algo de su vida. En el momento que le decía una cosita, Manuel pisaba el acelerador y no paraba de hablar. Le ha dicho que estaba un poquito rojito y él se lo ha explicado “Tomo el sol a diario, la vitamina E, tengo un patio con naranjos” incluso le ha dicho que se ha dejado un ramito de azahar que había cogido para ella.
Rafalea no ha necesitado mucho más para saber que “Le gusta más que escuchar hablar sobre él” y él le ha confesado “Yo hablo más que Matías Prats” y le ha pedido que le frenara de vez en cuando.
Al saber que Manuel era pintor, Rafaela se ha interesado un poquito más por él porque su padre era también artistas “estudio bellas artes” y nunca ha conseguido encontrar a un hombre cómo él “era único, llevo 59 años buscando a uno que se parezca a mi padre”. Él también ha tenido la sensación de que Rafaela podía ser la mujer que estaba buscando porque le sabía seguir la conversación artística y eso era lo que él quería “una mujer culta”.
Cuando han conseguido dividirse los tiempos para hablar, las risas se han convertido en las protagonistas de la cita de Manuel y Rafaela, y ambos han estado de acuerdo en que se lo podían pasar muy bien juntos. Les gustan las mismas cosas y están dispuestos a seguirse conociendo un poquito mejor.