La cita de Marta y César ha comenzado con dos confesiones sexuales y ha terminado unas calabazas muy esperadas. A ella no le ha gustado él desde el principio y en el momento que ha conocido sus gustos sexuales ha querido salir corriendo.
Aunque ha tenido que César no era el hombre que estaba buscando, Marta ha puesto todo de su parte para conocerle. Han hablado de todo, hasta de temas sexuales. Antes de conocerse, César ha confesado públicamente que es virgen y ella ser una apasionada del satisfyer.
Cuando se han atrevido con el rasca del amor, han hablado de las cosas que les excitaban y Marta ha sentido ganas de salir corriendo. Ella le ha confesado que le excita que la provoquen en público y a César le ha gustado la idea. Sin embargo, cuando él le ha confesado “Me excitan los disfraces, soy un poquito degenerado. El tema de los cosplay, chicas que se disfrazan de personajes de videojuegos o películas, creo que si me pones eso delante y me pongo malo”.
Una confesión que la ha dejado en shock y que la ha llevado a buscar a puerta para marcharse “La puerta dónde está, necesito salir corriendo”.