María y Rubén no tenían muchas cosas en común aunque físicamente se habían gustado en un primer momento. La cita fue de mal en peor, sobre todo, por algunos comentarios de él que no terminaban de convencer a María.
Pero terminando la cena, justo antes de la decisión final, Rubén destacaba algo fuera de lugar y de mal gusto. “Yo pedí que tuviese las tetas grandes y, puede ser descarado, pero es que las tienes”
“Ya he visto que tipo de chico es. Como pareja no lo tendría, si ya de primeras, me conoces de hace diez minutos y me dices lo de los pechos… ¡next!”, sentenciaba María.