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Luna parecía haber encontrado a su media naranja en ‘First Dates’. La música, los directos en redes sociales, la pintura, Kirby, el manga… Samuel lo tenía todo en común con ella hasta que ha sabido que era más pequeño que ella y bisexual. En ese momento, ha mirado hacía su derecha y Cupido le ha clavado una flecha en el corazón. Sí, Luna se ha enamorado del soltero de la mesa de al lado “Necesito decirle que me gusta”.
Tiene claro que con sentido del humor la vida es mucho más fácil y se define como “una mujer horizontalmente alta”, algo que suele hacer mucha gracia a los demás. Pero sobre todo, es una caja de sorpresas. No ha dudado en llamar a Lidia Torrent para contarle que se dedica a dibujar y que en el tren había hecho un retrato de Carlos Sobera para sorprender al presentador.
Pero el dibujo no es la única virtud artística de la soltera, también se le da estupendamente imitar voces de dibujos y animes. Tuvo un novio coreano y estuvo viviendo allí durante tres meses, momento que aprovechó para hacer un curso de doblaje. Matías y Lidia han flipado al escucharla hablar como Pikachu. “A mí me encantaba Pokémon”, ha asegurado Lidia Torrent al escucharla.
Samuel es streamer y sexualmente se define como bisexual. No sabía si su cita iba a ser chico o chica y al ver a Luna ha sentido que era una chica muy guapa. Ambos han respirado tranquilos y han comenzado a conocerse un poquito mejor. Lidia les ha advertido de que tenían muchas cosas en común y que se iban a sorprender “los dos tenéis una vena artística en común”.
La cita de Samuel y Luna ha comenzado hablando de profesiones y el soltero se ha llevado una grata sorpresa al saber que Luna también era streamer y sobre todo, una gran dibujante. Ha alucinado al ver el retrato que había hecho de Carlos Sobera de camino al restaurante y con los tatuajes que le había hecho su hermano en los brazos. A él también le gustan muchos los tatuajes y parece que el mundo del anime “tengo unos cuantos Pokémon por el cuerpo”.
Metidos de lleno en el descubrimiento de sus talentos artísticos, Samuel le ha contado a Luna que él cantaba, pero que solía componer temas tristes porque era su forma de desahogarse. A ella le ha parecido genial que lo hiciera de esa forma y le ha contado que ella imitaba las voces de personajes manga. Su personaje preferido es Kirby de Pokémon y eso también lo han tenido en común “es pequeñito y rosa como yo”.
Con la intención de no dejarse nada en el tintero, Luna le ha confesado que con 19 años conoció a un chico coreano en una red social y que se marchó a su país con “200 euros y una mano delante y otra detrás”. Una locura de amor que duró tres meses, pero que le sirvió para hacerse un estupendo curso de doblaje en coreano.
Antes de que Samuel se lo preguntara, Luna ya le ha dejado claro que el mito sexual de los asiáticos es mentira “no todos tienen dos centímetros de puro placer”. Para ella el tamaño no es fundamental, pero hay cosas que no son verdad “La herramienta si la sabes usar no importa que sea grande o pequeña, pero te digo que no, no tienen el pito pequeño”.
Luna se ha interesado por la edad de Samuel y se ha llevado una decepción al saber que era más pequeño que ella porque le apasionan los hombres mayores. Un detallito que unido a saber que era bisexual, le ha hecho despistarse de su conversación. Luna ha sido muy clara con Samuel y le ha dicho que ella tenía un trauma con los chicos bisexuales porque sus dos primeros novios le habían dejado por otros chicos y era “una espinita que tengo clavada”.
Samuel ha dejado de ser su punto de atención y al mirar a la mesa de al lado, se ha encontrado con un hombre de nariz grande que la ha hipnotizado “Le he mirado dos segundos y ha sido un “Te amo”, ha sido amor a primera vista… Necesito su Instagram urgentemente, me he enamorado”.
Luna ha sentido que el amor llamaba a su puerta, pero no con Samuel a quién le ve como un amigo para toda la vida y con el que hacer colaboraciones online.